Huelva

La UHU investiga el uso de microalgas para el reciclaje del agua residual

  • El proyecto se centra en optimizar una solución biotecnológica para el lavado de las aceitunas

La Universidad de Huelva ha acogido una jornada sobre microalgas al servicio del medio ambiente como parte de las actividades del proyecto financiado por la Unión Europea Algatec II, cuyo objetivo es optimizar una solución de reciclaje biotecnológico para el agua de lavado generada en la producción del aceite de oliva, basada en la biotecnología de microalgas.

La jornada, celebrada en el edificio Ciderta de la Universidad de Huelva, ha sido el escenario para el debate sobre el empleo de microalgas como alternativa para la depuración biológica de aguas residuales. En este caso, aplicada a un sector como el de la producción de aceite de oliva que emplea cantidades importantes de este recurso natural en su proceso de elaboración.

La producción de aceite de oliva utiliza grandes volúmenes de agua potable (50 l/100kg aceitunas) y genera cantidades significativas de aguas residuales, que contienen diferentes contaminantes de difícil tratamiento. La legislación actual de la UE establece la necesidad de una solución eficiente que reduzca el consumo de este recurso, mejore la calidad del agua tratada y recicle los residuos producidos.

Cinco pymes europeas: Bioazul (coordinadora del proyecto), Biot (tecnhical manager), Enco, Desam e Isitec, de tres países diferentes (España, Italia y Alemania) trabajan juntos en este proyecto, cofinanciado por la Comisión Europea, con la finalidad de demostrar el sistema Algatec II como una solución innovadora, respetuosa con el medio ambiente, y de bajo costo para el tratamiento del agua de lavado de aceitunas, que permitiría obtener un agua potable de calidad y por tanto su reutilización en el proceso. Esto constituiría una importante mejora en el proceso, fundamental en países como España, Italia y Grecia, principales productores de aceite de oliva en el mundo, y en los que tecnologías de ahorro de agua como esta, podría contribuir a mitigar problemas como la escasez de agua y las sequías, consecuencias del cambio climático en las zonas rurales.

El proyecto se inició el 1 de enero de 2013 y tiene una duración de 24 meses. Los ensayos se han llevado a cabo en una instalación experimental que ha operado durante la pasada campaña de recogida de aceitunas en una almazara de Puente Genil (Córdoba).

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