La federación de los empresarios no ha escapado a los duros efectos de la crisis y la regulación de empleo vuelve a planear (como en el ejercicio de 2013) por los despachos de la cuarta planta de la sede del Paseo de La Ría. Dejó de ser un secreto a voces entre el ámbito empresarial cuando el presidente de los empresarios, Antonio Ponce, puso sobre la mesa hace una semana la necesidad de un plan de viabilidad sujeto a una reducción de los costes de funcionamiento y la refinanciación de la deuda bancaria. Ese proyecto se concreta en un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE), el segundo que se plantearía en dos años.

La idea era aplicarlo al inicio del próximo ejercicio, si bien el tiempo juega en contra y antes debe presentarse oficialmente y negociarse (o viceversa) con los trabajadores, que actualmente no llegan a la treintena, tras la reducción paulatina que se ha aplicado en los últimos cinco años. Las cuentas no van bien y el recorte es implacable: una reducción de un 45% en la jornada laboral y bajadas salariales que alcanzan hasta el 29% en algunos casos.

La base para presentar el ERTE ante la autoridad competente es clara: unos balances anuales que no salen de los números rojos. A pesar de que las cuentas se guardan con recelo, fuentes cercanas a la patronal apuntan a que se puede estar arrastrando desde hacer años un déficit permanente que ronda los 200.000 euros anuales, una cantidad que termina con cualquier reserva que pudiera haber.

El principal escollo llega por la falta de ingresos. Y sin ellos es imposible hacer frente a los gastos fijos, entre ellos, el pago de la hipoteca de la sede del Centro de Cooperación Empresarial Andalucía en el que se alojan, de la que aún resta por pagar alrededor de 800.000 euros.

La crisis económica no ha venido sola y se une (o antecede) a la que se vive internamente en la casa de los empresarios. Eso ha llevado, según diferentes fuentes empresariales consultadas por Huelva Información, a que técnicos con alta responsabilidad en la FOE se hayan planteado abandonar el barco, movidos por la falta de confianza en el proyecto, aunque fuentes oficiales de la patronal mantienen que esos planteamientos "son rotundamente falsos".

El hecho es que por primera vez en 24 años, que son los que lleva como presidente de la FOE tras presentarse en solitario y ganar seis elecciones consecutivas, Ponce tiene un aspirante a adversario. Aún no hay fecha para las elecciones (posiblemente la haya el lunes), pero ya hay (al menos) un empresario que ha mostrado sin tapujos su intención de presentarse como candidato: Francisco Fonseca, presidente de la Asociación de Auxiliares de Servicios y Control y de Instalaciones. En paralelo, lo hizo el presidente de Asaja, José Luis García-Palacios, si bien su posible candidatura estaría siempre condicionada a que Antonio Ponce no se presentarse a la reelección, algo que hoy es inviable.