Posible reaparición en la Plaza de San Pedro del picudo rojo, el escarabajo procedente del sudeste asiático causante de la plaga que hasta el año 2011 contagió a un importante bnúmero ejemplares en la capital onubense (cambió la imagen de la ciudad) si bien, una vez aplicados los tratamientos adecuados, ha afectado a una o dos palmeras al año desde entonces.

La Concejalía de Infraestructuras y Servicios Municipales del Ayuntamiento de la capital confirmó ayer que está estudiando la posible afectación de una palmera de esta céntrica plaza, concretamente la ubicada en la esquina con la calle La Fuente. Aunque aún no está diagnosticada, desde el área municipal señalaron que presenta síntomas de estarlo, por lo que el próximo martes se le aplicará el correspondiente tratamiento curativo.

La Asociación de Vecinos San Pedro manifestó ayer su "preocupación" ante la enfermedad del ejemplar, que hace pensar en un nuevo brote del ataque del picudo rojo que hace unos años ya acabó con el 90% de las palmeras del paseo de Santa Fe que más tarde fueron repuestas con otra especie por el Ayuntamiento a indicación de los vecinos. Preocupa a la asociación que el picudo esté atacando ahora a otros tipos de palmeras que pudieron salvarse de la primera plaga.

La intervención municipal en esta palmera coincidirá con el desarrollo del último tratamiento preventivo del año contra este insecto (el sexto), que Infraestructuras acometerá la próxima semana. Estos tratamientos de carácter preventivo se combinan con las podas que se realizan en época de otoño-invierno, cuando se produce la parada biológica del escarabajo, siguiendo las directrices del protocolo marcado por la Junta de Andalucía e incluyendo la eliminación de restos de palmeras afectadas, mediante la trituración de los mismos o el enterramiento inmediato.

Para frenar la plaga del picudo rojo, el Ayuntamiento de Huelva mantiene en la actualidad distintos métodos de control sobre las palmeras. En primer lugar, los trabajos se centran en evitar todo tipo de heridas en las palmeras para reducir los riesgos de entrada y ataques de la plaga.

A ello se suman los citados seis tratamientos que se aplican cada año mediante pulverizaciones alternativas cada 45 días, durante los meses de calor, desde marzo. Se trata de "tratamientos anuales, en los que se combina la lucha biológica con parásitos que devoran y eliminan al escarabajo y el uso de productos químicos inscritos en el registro oficial y autorizados para su uso en palmáceas".

Además, desde Infraestructuras precisaron que durante el verano se intensifica la batalla contra el picudo rojo, al tratarse de un insecto ligado al calor y que con las altas temperaturas se reproduce a una velocidad todavía superior a lo que lo hace en las estaciones frías. En este sentido, aseguraron que se llevan a cabo fumigaciones intensivas en las palmeras de la ciudad que se realizan de noche como medida de protección para los ciudadanos.