Huelva

Una cera que ni manche las manos ni ensucie las calles

  • Los ayuntamientos estudian cómo reducir el gasto en la limpieza de las calles tras la Semana Santa En Huelva en este año que salieron todas las cofradías el costo alcanzó los 70.000 euros

La cera que no manche las manos se ha encontrado, la que no ensucie las calles es algo más difícil. La cerería del Nazareno de La Palma del Condado dio a conocer un nuevo tipo de cirios para las cofradías que no manchen ni las manos ni los guantes que utilizan los nazarenos por los distintos colorantes que se usan. Mientras que se sigue buscando sin éxito algún tipo de cera que ensucien menos las calles de los recorridos procesionales. El resultado de las pruebas realizadas por el Ayuntamiento de Málaga, que ha seguido con interés la Delegación de Infraestructura del consistorio onubense, es que todavía hay que esperar.

El amplio número de calles peatonales ahora existentes en el centro de la ciudad es el espacio donde tradicionalmente recorren las cofradías. Les unen a estas calles la tradición y, ahora, la mayor tranquilidad a la hora del discurrir de las cofradías que entorpecen menos el tráfico de la ciudad. Sin embargo la parte negativa es la limpieza de las calles.

En el asfalto o las vías adoquinadas son las ruedas de los coches las que acaban llevándosela. El gasto es mínimo, sólo la colocación de señales que advierten de pavimento deslizante por cera. En las peatonales no hay nada que adviertan a los viandantes de la presencia de cera acumulada por el transitar de las procesiones ni de una posibilidad de caída, excepto cuando se está en la zona de limpieza. La Delegación de Infraestructura de Huelva señala que es un problema la cera que queda tras las procesiones de Semana Santa que va más allá de lo que supone el esfuerzo de la limpieza de las calles, están las caídas que se producen por la cera.

El Ayuntamiento tiene prohibido durante el año, excepto en Semana Santa, el discurrir de cualquier procesión que vaya con cirios encendidos por el eje de la calle Concepción a Berdigón, la Plaza de las Monjas, Cardenal Albornoz y Bocas. Una de las medidas disuasorias para que tras la limpieza de Semana Santa las calles del centro de la ciudad con solería de mármol no vuelvan a a mancharse, es que se exponen a pagar una sanción que, según las ordenanzas municipales de higiene pública, podría llegar hasta los 3.000 euros de multa. Hasta el momento, según Infraestructura, sólo se abrió un expediente a una hermandad de penitencia que no llegó a prosperar.

Desde Infraestructura se destaca que la cera tras la Semana Santa "ocasiona resbalones y caídas, además de las molestias a los viandantes por las máquinas de limpiezas en las calles y las quejas de los comerciantes".

Lo que no es menos importante es el gasto de la limpieza de estas calles, con sistema de agua caliente a presión. Este año, en el que salieron todas las cofradías, la limpieza de las calles, según datos facilitados por Infraestructura se elevaron a 70.000 euros. El gasto en Málaga es algo más de cuatro veces, se sitúa en 300.000 euros, lo que ha llevado al Ayuntamiento de aquella ciudad a realizar pruebas con diversos tipos de cirios, para intentar que la limpieza sea más fácil y menos gravosa para las arcas municipales. En este sentido la composición de los dos modelos de velas elegidos hace que se consuman más despacio y que generen menos cera. El problema que se planteó en el experimento realizado en el rosario de la aurora de una cofradía malagueña, es que la cera no se comportó de igual modo en los distintos tipos de pavimentos de las calles por las que discurrió el cortejo. En las zonas donde se había aplicado el producto antiadherente que en Málaga utilizan en algunas calles del recorrido, la cera sí se pudo limpiar con facilidad, un producto que es eficaz si nadie lo pisa.

La clave, según el estudio realizado está en la cantidad de estearina -un tipo de grasa- que se utiliza para fabricar los cirios y que se ha demostrado que no debe superar el 18%, ya que en ese porcentaje se reduce sensiblemente las gotas de cera y hace que se consuma más despacio. Hasta un 80% menos que el resto.

Los resultados hasta ahora no han sido satisfactorios. Así las cosas hay quien puede pensar en cubiletes que utilizan los penitentes en las cofradías castellanas; pero aquello, nada tiene que ver con la tradición plástica y estéticas de las cofradías andaluzas. Para evitar manchar los suelos en los templos se han protegiendo con planchas de cartón piedra, como en la Concepción cuando los nazarenos entraban para la estación de penitencia. En la mayoría de las iglesias se apagan los cirios en el dintel de la puerta. Hay quienes se toman todo al pie de la letra apagando hasta los ciriales, a pesar del plato que lleva para recoge la cera.

Más suerte se tiene con el color de los tintes de la cera. A ese desafío ya se encontró una respuesta desde la cerería El Nazareno de La Palma del Condado. Después de varios estudios consiguieron para la pasada Semana Santa un tipo de cera con la que evitar el desteñido de las tintas o colorantes de los cirios que llevan los nazarenos en su desfile procesional que manchan, principalmente, los guantes, pero también túnicas y cuyas marcas son muy difíciles de eliminar en la lavadora.

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