El catedrático de Organización de Empresas de la Universidad de Huelva, Alfonso Vargas, fue el encargado de pronunciar la lección inaugural del curso 2014/15 de la UHU. Con el título Una nueva teoría de la estrategia para el siglo XXI (También para el Turismo), el docente reflexionó sobre la importancia de contar con estrategias en todos los ámbitos de la sociedad en esta época de crisis si bien lo centró en el campo del turismo del que es experto.

De este modo, el profesor abogó por la puesta en marcha de un ente gestor del destino que, aun incluyéndola, trascienda la mera promoción y que, como parte de su misión, lleve a cabo las actuaciones que se desgranan a continuación, con el apoyo de un Centro de Estrategia Turística que, con los imprescindibles fundamentos científicos, técnicos y artísticos, dé respuesta a las necesidades de estudio e información que en cada momento se requieran. Junto a ello, conseguir que Huelva se convierta en un "destino turístico inteligente". Sobre este último punto, Vargas consideró que "es un concepto prioritario no solo en Huelva sino en toda España". Este nuevo concepto incluye aspectos como la innovación "inyectada en tecnología", el desarrollo sostenible, la integración en el entorno del visitante y la mejora de la calidad de vida de los residentes.

Los cuatro pilares, por otro lado, en los que Vargas basa la actividad del Centro de Estrategia Turística son: estrategia explícita a largo plazo sabiendo lo que se busca, por qué y para qué se actúa en un determinado sentido. De esta manera, el catedrático invita a "repensar lo que venimos haciendo a la luz de nuestra realidad particular y de las tendencias que marcan el turismo contemporáneo; esto nos lleva a planificar, alejándonos de los impulsos asistemáticos".

El segundo pilar de ese centro es la capacidad de organización para ejecutar y revisar periódicamente la hoja de ruta trazada, así como coordinar los esfuerzos de los actores implicados.

El tercer pilar es una "actitud proactiva para inocular en los agentes del sector pautas de actuación fundamentales para incrementar nuestra competitividad (como el trabajo colaborativo, la inteligencia competitiva a partir de la monitorización de los mercados, la innovación en un sentido amplio -no sólo tecnológico-, etcétera).

Finalmente, Vargas ve imprescindible un apoyo permanente en los agentes del conocimiento.

Según el docente de la UHU, todo esto "transmitiría una imagen de destino serio, organizado y que sabe lo que quiere; lo que ayudaría a convencer a que inversores potenciales terminen siendo inversores reales, a que las potencialidades se transformen, progresivamente, en realidades; esas realidades que generan empleo y mayor bienestar".