El objetivo principal de la Formación Profesional Básica (FPB) son los estudiantes de tercero de ESO que han repetido o que, al igual que en el caso de sus compañeros de cursos anteriores de la Enseñanza Secundaria Obligatoria, sean considerados por sus tutores como idóneos para ser incluidos en esta nueva oferta docente.

El paso de 3º a 4º de ESO tiene un nivel de deserción de unos 1.000 chavales cada año, lo que representa nada menos que el 16% en tan solo un curso. El abandono en el transcurso de la Enseñanza Secundaria Obligatoria alcanza el 23%.

A ese millar de potenciales alumnos de FPB habrá que sumar los que puedan ser derivados de 2º y 4º si bien por desgracia, un grupo de ellos optará por desengancharse del sistema educativo. La FPB es la sustituta de los PCPI, que han intentado ser el último ancla al que asirse antes de abandonar el sistema educativo. La Formación Profesional Básica recogerá también ese testigo.

Los PCPI, en el curso 2013/14, han sido impartidos en un total de 30 institutos y 5 centros concertados. A ellos han asistido 1.144 alumnos de los que 728 han hecho el primero de los dos cursos.

Tal y como sucedía con los PCPI, la nueva normativa pretende que los chavales se mantengan incluidos en el sistema educativo reglado. De este modo, una vez que los estudiantes hayan obtenido el título profesional al que da derecho los dos años de la FPB, podrán aspirar al de graduado en ESO a través de la superación de la evaluación final de este ciclo formativo en cualquiera de sus dos bloques de asignaturas troncales. La calificación final de ESO será la nota obtenida en esa evaluación final.

En caso de que el alumno quiera seguir sus estudios a través del Bachillerato, requerirá que la evaluación de ESO superada sea la opción de las Enseñanzas Académicas.