Huelva

El asfalto y el tamaño de las adelfas, los problemas de la A-49

  • La deficiente señalización también se suma a las carencias de la segunda carretera más transitada de Andalucía

La A-49 es la segunda carretera más transitada de Andalucía después de la ronda de circunvalación de Málaga, pero presenta una serie de desperfectos que no se corrigen desde hace años. La Guardia Civil ha informado en decenas de ocasiones a la Jefatura Provincial de Tráfico y al Ministerio de Fomento de las irregularidades que existen en la autovía que conecta Sevilla y Huelva, que en verano aumenta considerablemente su volumen de vehículos con los conductores que van y vuelven de las playas de la costa onubense.

Uno de los principales problemas de esta carretera es la altura de las adelfas que se levantan en la mediana, que impiden a los conductores ver los carriles contrarios. Estas plantas crecen a razón de diez centímetros por mes y no se han podado en los últimos tres años. En algunos tramos de la autovía tienen más de tres metros de altura y ya están llegando a alguno de los puentes que se levantan sobre la A-49. Igualmente, las ramas de estas plantas están invadiendo el carril izquierdo de cada uno de los sentidos.

La legislación vigente ordena que las plantas colocadas en la mediana de la carretera tienen que tener una altura suficiente como para evitar los deslumbramientos pero que a su vez permitan a los conductores tener visibilidad de los vehículos que circulan por el sentido contrario. Sólo en determinados tramos hay barreras físicas o quitamiedos junto a las adelfas, ya que las plantas no constituyen por sí mismas un elemento de protección.

De hecho, en lo que va de año en la A-49 se han registrado dos accidentes con invasión del carril contrario, en los que las adelfas no han podido hacer de pantalla. Estos dos siniestros se saldaron con tres víctimas mortales y en uno de ellos la Guardia Civil tuvo que cortar la autovía para retirar los restos de los vehículos. En ambos casos los coches atravesaron la mediana y sorprendieron a conductores que circulaban de frente y a los que la altura de las adelfas les impidió percatarse del coche que venía de frente para reaccionar a tiempo.

En verano el riesgo es todavía mayor cuando se instala el carril reversible tanto para la salida de Sevilla los sábados por la mañana como para el regreso de las playas de Huelva los domingos por la tarde. El conductor que circula por el carril reversible va literalmente encajonado entre las adelfas que invaden la calzada en determinados tramos y entre los conos que delimitan el vial especial. El carril de salida no se ha mostrado tan eficaz como el de regreso, ya que algunos sábados se han generado hasta 20 kilómetros de retenciones en la entrada a Sevilla, para la que sólo quedaba uno o dos carriles dependiendo del tramo en cuestión.

La altura de las adelfas no es sólo un problema para los usuarios de la autovía, sino también para las Fuerzas de Seguridad. Se han dado casos de accidentes en los que los agentes de la Guardia Civil circulaban por el sentido contrario y no vieron el siniestro.

Pero la altura de las adelfas no es el único defecto de esta carretera, utilizada por miles de veraneantes sevillanos. El asfalto no se ha reparado en años y está en muy mal estado, especialmente en sentido Sevilla desde La Palma del Condado por el carril derecho. A la altura de Huévar existen marcas viales amarillas correspondientes a obras que se terminaron hace seis años. Entre Bollullos de la Mitación y Bormujos, también en sentido Sevilla, hay unos pinos a la derecha de la calzada que no están protegidos con vallas, por lo que una salida de vía supone un choque frontal contra estos árboles. En Bormujos, en el kilómetro 6,200, hay barreras que están rotas desde enero y no se han reparado.

La pintura de la calzada tampoco es la idónea, ya que cuando llueve apenas es visible. Además, hay una serie de alcantarillas que están situadas en el centro de la calzada, entre los dos carriles y que suponen un peligro en el caso de que salte la tapa, ya que no están protegidas como en otras carreteras. También hay una serie de señales de limitación de velocidad y de indicaciones que no son completamente visibles. Pese a los continuos informes de la Guardia Civil en los que se relatan todos estos desperfectos, el Ministerio de Fomento no ha reparado ninguno de ellos y sólo se han realizado obras de ampliación en la entrada a Sevilla y de reforma en algunos de los viaductos.

A todo este catálogo de deficiencias hay que unirle la peligrosidad de esta carretera en su enlace con la ronda de circunvalación SE-30. En apenas un centenar de metros está la incorporación de los vehículos que proceden de la A-49 y circulan hacia el Alamillo y la salida de los que vienen por la SE-30 y quieren dirigirse a Huelva. En la salida y entrada de Sevilla, entre el kilómetro 0 y 1 de esta carretera, hay tres de los cinco puntos negros detectados por la Dirección General de Tráfico en esta autovía.

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