Huelva

El 40% de las grandes empresas onubenses cierran en siete años

  • La provincia pasa de contar con 88 compañías de más de 100 trabajadores en 2007 a sólo 52 Las pymes sin asalaridos o con menos de cinco empleados, las que mejor soportan el golpe

La crisis económica no ha afectado de forma homogénea al tejido empresarial onubense, demostrándose una vez más la máxima de que el tamaño importa, y mucho, pero para mal. Mantener una gran estructura laboral y financiera se hace mucho más complicado cuando las depresiones económicas comienzan a morder dividendos y el recorte de empleos, salarios y otros aspectos de la vida empresarial terminan por hacer que se desmorone el castillo que durante años se ha estado erigiendo sobre el delicado cimiento del balance entre gastos e ingresos.

Detrás de la desaparición del 40,9% de las grandes compañías situadas en territorio onubense podrían citarse cambios en las tendencias de consumo, cambios en la normativa, traslados de compañías enteras a otros países con menos costes de producción pero sobre todo, el estallido de la burbuja de la construcción, cuya onda expansiva desbarató no sólo las empresas directamente relacionadas con el sector, sino también un sinfín de satélites relacionados con la actividad hasta límites insospechados.

Así pues, desde 2007 hasta 2014 se esfuman de la estadística del último Directorio Central de Empresas que publica anualmente el Instituto Nacional de Estadística 52 de las 88 grandes empresas, aquellas que contaban con más de 100 trabajadores en sus plantillas. La escabechina empezó pronto. Entre los años 2007 y 2009 desaparecieron 27 compañías: 15 de ellas con más de 100 trabajadores y 11 con más de 200.

De las cuatro empresas con más de 500 empleados que había en 2008 se hundieron dos. Pero, curiosamente, es en esta serie en la que se experimenta una recuperación más significativa hasta acabar en 2014 con cinco grandes empresas registradas.

Además, a pesar de las dificultades, Huelva ha conseguido en esta horquilla de tiempo la única empresa con más de 1.000 trabajadores con la que cuenta la provincia: Matsa, la operación minera de Trafigura ubicada en Almonaster la Real.

Se trata, en cualquier caso, de la excepción que convierte a Huelva en la última del ranking andaluz en este tipo de grandes compañías, por detrás de Córdoba, Cádiz y Granada, que tienen tres de estas dimensiones, cuatro Almería, cinco Jaén, seis Málaga y 14 la provincia de Sevilla.

Por el camino se quedaron industrias como Foret, Nilefós Química o Astilleros de Huelva, más tarde reactivados por la empresa viguesa Contsa.

Pero más allá de los casos excepcionales antes citados, Huelva se comportó en concordancia a la generalidad y mostró más estabilidad en sus empresas más pequeñas, aquellas en las que eran necesarios menos recursos para mantener la estructura.

De este modo, fueron las pequeñas compañías las que mejor soportaron los vaivenes de la crisis, especialmente aquellas con uno o dos trabajadores en plantilla.

En Huelva sólo se perdió el 4,39% de estas pequeñas compañías (339 de las 7.720 empresas que existían en 2007), la menor tasa de toda la tabla. En este caso, además, se produjo un repunte en los primeros años de la crisis, concretamente durante 2008 (7.940 empresas) y en 2009 (7.803), como consecuencia de la iniciativa de aquellas personas que quedaron en situación de paro en aquella época y que decidieron apostar por el autoempleo.

Lo mismo ocurre con aquellas empresas de las que sólo depende una persona: la que la creó. Las empresas con ningún trabajador asalariado perdieron desde 2007 hasta 2014 un 10,44% de su volumen, y fluctuaron a lo largo del periodo temporal analizado hasta alcanzar en 2011 su mayor tasa: 13.510 empresas de las que hoy se conservan en pie sólo 12.078.

La fragilidad de estas iniciativas radica en la improvisación con la que se plantearon. Se instala así el negocio sin realizar el recomendable estudio de mercado y se cae, en muchas ocasiones, en ámbitos económicos saturados. La hostelería o el comercio de proximidad suelen ser las actividades elegidas, como refleja la Estadística de Sociedades Mercantiles Constituidas del Instituto Estadística de Andalucía de junio, último mes disponible, con ocho empresas de este tipo.

Un 18,07% de las empresas con entre tres y cinco asalariados desapareció de 2007 a 2014, 537 de las 2.971 pymes que existían antes de la crisis.

A partir de aquí, el porcentaje de destrucción crece de forma directamente proporcional al número de trabajadores que tuviese la pyme y aumenta no sólo por el número de compañías desaparecidas, sino también por la menor cantidad de empresas de mayor volumen de trabajadores que había en la provincia. El mayor porcentaje corresponde a las empresas de entre 10 y 19 asalariados: casi la mitad han desaparecido.

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