Hasta ocho pacientes de Medicina Interna han estado esta semana ingresados en el área de Maternidad del Hospital Infanta Elena, según ha denunciado el Sindicato de Enfermería Satse. No es la primera vez que la dirección de este centro asistencial ha optado por poner en práctica esta medida. En otros momentos del año en que el flujo de pacientes es elevado en relación a los recursos de camas hospitalarias disponibles, el centro sanitario decide a llevar a cabo esta misma actuación u otras semejantes.

Desde Satse se indica que con el cierre de distintas alas con motivo de la temporada estival, el ingreso de pacientes procedentes de distintas especialidades en una misma ala, es práctica habitual dado el cierre de varias de las instalaciones que, desde este sindicato, tiene como propósito "el ahorro de personal que se consigue no cubriendo las vacaciones de la plantilla".

La situación se ha visto especialmente complicada en Maternidad, donde en estos días pasados ha habido una gran actividad causada por el elevado número de partos. Según fuentes sanitarias de este mismo hospital, los meses estivales son de los más prolíficos a la hora de atender a parturientas. El hecho se ha agravado con el cambio de luna de los días pasados, que ha elevado hasta los diez el número medio de partos asistidos en el Infanta Elena. La situación, denuncia Satse, ha provocado un gran estrés al personal de estas áreas, que se ha visto agravado por la escasa sustitución de matronas para realizar la cobertura de las vacaciones de estas profesionales. El nivel de ocupación de las camas hospitalarias se mantiene durante esta semana alto si bien fluctúa conforme a la dinámica de altas que se aplique.

La dirección apunta a que "registró un mayor porcentaje de ocupación durante dos o tres días (en relación a los niveles más bajos que se registran durante el verano), pero dentro de la gestión normal de un centro hospitalario".

En otros momentos en los que la dirección del Infanta ha optado por ingresar a adultos en el área de Maternidad se ha justificado diciendo que "se tuvo que proceder de manera puntual y exclusivamente temporal al ingreso de algunos pacientes en áreas poco habituales, sin que en ningún caso se produzca riesgo alguno ni para el paciente ingresado, ni para el resto de pacientes del centro hospitalario". Esta práctica no se ha realizado en el Juan Ramón Jiménez si bien, el menos el mes pasado, el área de Ginecología sí tuvo que admitir a pacientes de otras especialidades.

El Servicio Andaluz de Salud (SAS) optó en esta ocasión por realizar una reserva funcional del 14,13% del número de camas de los hospitales onubenses. Para el Infanta, esto ha supuesto la clausura del ala 5ª izquierda -la primera que se cerró- a la que hay que sumar la 4ª: Cardiología y Trauma. A todo ello se añade que en 2011 y 2012 se cerraron Obstetricia y Ginecología y Cardiología. El concepto de reserva funcional significa que estas dependencias están disponibles para ser activadas en el momento que sea necesario.

El SAS anunció a finales de junio que se haría una reserva de camas del 14,13%. Se trata del mismo porcentaje que el año anterior, pero nada menos que el doble que hace tan solo tres años y eso sin contar las alas que, como ya se ha mencionado, han quedado fuera de uso de manera permanente. Aun así, desde la Delegación Territorial de Salud se indica que en estos meses estivales no se pasa del 80% de ocupación o en otras palabras, que de media el 20% de las camas permanecen vacías durante estos meses.

Desde el Juan Ramón Jiménez se añadió en este aspecto que "la previsión de las camas en reserva se hace cada año teniendo en cuenta el margen que deja el porcentaje de ocupación del centro hospitalario, así como la disminución de la actividad programada quirúrgica durante el período estival".