Las actividades en la prisión nunca han faltado. El centro penitenciario de Huelva desarrolla una serie de proyectos sociocultares con el objetivo de mantener el contacto de los internos con la realidad. Un equipo de tratamiento compuesto por educadores, juristas y psicólogos hacen posible un circuito de actividades por diferentes puntos de la provincia con el fin de crear ese contacto entre los presos y el mundo real.

La mayoría de estas actividades se llevan a cabo en el pabellón sociocultural de la prisión. Lo que se pretende conseguir con los distintos programas que desempeñan ese equipo de personas dedicadas a la reeducación y la inserción de los internos en la sociedad es que los internos, cuando acaben de cumplir su condena, puedan tener oportunidades y reestablecer una nueva vida junto a sus familiares. Según Elena Pérez, educadora social del centro penitenciario, "una cosa es cumplir la condena y, otra muy distinta, es apartarlos del mundo. La reeducación y la inserción del interno es fundamental para mantener ese contacto con la realidad. Es por esto, por lo que luchamos cada día".

El lema de los distintos programas, que corra el aire en la prisión, refleja la intención que tienen esas personas y la finalidad que persiguen. Entre las actividades que se han llevado a cabo durante la época estival destacan: la visita guiada por la casa de Juan Ramón jiménez y Zenobia Camprubí en la localidad de Moguer y los talleres relacionados con las Colombinas y la visita de la revista Cabaret de Madrid.

Uno de los proyectos de este verano es Descubriendo Huelva, coordinado por Elena Pérez y que consiste en realizar diferentes salidas al exterior con el objetivo de conocer la ciudad. Otra de las actividades de carácter altruista será el concierto del grupo 100 Kill-Ates, compuesto por dos raperos y un Dj, quienes están colaborando con los internos.

Aún queda por delante una semana cultural cargada de cientos de actividades como el concierto de Ocho Vientos, La Moni y otros grupos que quedan por cerrar.