alonso luján nevarez. director de matsa

"El futuro de la minería en Huelva puede superar su pasado"

  • El responsable de Aguas Teñidas apuesta por el empleo local a través de la formación Remarca que el proyecto de su empresa es a largo plazo

Alonso Luján es un apasionado de la minería. Ingeniero geólogo y de Minas y máster en Administración y Finanzas, acumula 20 años de experiencia en el sector, con puestos de gerencia en México, Perú y Argentina. Desde septiembre de 2012, este mexicano dirige Minas de Aguas Teñidas (Matsa), en la que se ha convertido en un firme defensor de la industria minera como vía de desarrollo para Huelva. Está convencido del potencial onubense y transmite su entusiasmo con seguridad y rigor.

-¿Qué opina de la actual demanda de empleo a Matsa de los vecinos de Valdelamusa?

-Como empresa somos respetuosos con el derecho que tienen a manifestarse pero no negociamos puestos de trabajo. Tratamos de abrir una puerta de diálogo a través de líneas institucionales porque creemos que la mejor fórmula es dialogar a través del alcalde de Cortegana. Actualmente tenemos una iniciativa de formación en comunión con la Junta de Andalucía precisamente para dar respuesta en parte al desempleo que vive la comarca. La minería moderna demanda personal cualificado pero no lo tenemos en la zona a pesar de su historia. Por eso hemos apostado por la formación. Matsa va a demandar 120 puestos de trabajo fijos y tenemos que formar a quienes puedan acceder a ellos. Con esto invito a los vecinos de Valdelamusa a que participen y se sumen a esta vía de solución a su demanda. Pero soy categórico: no vamos a negociar puestos de trabajo. Tenemos los que son y no podemos abrir las puertas a más porque alguien los reclame. Entiendo el problema con el desempleo pero la solución a estos temas es dialogar, insisto, a través de las instituciones.

-¿Qué plan de empleo siguen?

-Hay unas puntas de empleo bastante importantes, de mil puestos de trabajo, para la construcción de la nueva línea de producción, y tenemos un procedimiento establecido para buscar un equilibrio de contratación. A las empresas contratistas que participan les hemos, de alguna manera, obligado a que contraten en la zona el 20 o el 30% de su personal para fomentar el empleo local. Para nosotros, personal local es el procedente de Cortegana, Almonaster la Real, Calañas y Cerro de Andévalo porque estos cuatro municipios están en la influencia geográfica de nuestras instalaciones. De Valdelamusa trabajan 77 personas. Hay una reclamación por 12 o 20 más pero realmente creo que los programas de formación son una oportunidad interesante para dar respuesta a esa demanda.

-¿Cuánto empleo han creado y cuáles son las previsiones?

-Actualmente 750 personas trabajan en la línea de producción y cerca de 800 en la fase de construcción de la nueva línea. Somos 1.500 personas. Estos 800 trabajadores son empleo estacional hasta que concluyamos la etapa de construcción al final de este año. Pero después vamos a demandar 120 puestos de trabajo para afrontar los nuevos retos. Y precisamente son esas personas las que queremos formar.

-La construcción de una balsa de residuos genera inquietud.

-Quizá hay falta de información porque cuando alguien habla de balsas de estériles a la mente le vienen problemas ambientales. Pero Matsa, a lo largo del tiempo que lleva establecida, no ha recibido ni una sola amonestación medioambiental. Vamos más allá de las exigencias. Actualmente los diseños de las balsas de estériles no tienen nada que ver con los de las balsas tradicionales. En particular, la que actualmente operamos es un depósito que terminará confinado y restaurado y pasará a formar parte del entorno natural. No almacenamos agua; simplemente una pasta seca, a diferencia de balsas tradicionales con lodos, que tenían el riesgo de romperse y provocar daños ambientales. Siento que es un tema de información. Y aprovecho para comentar que estamos desarrollando estrategias de puertas abiertas para que nos visiten los vecinos. Se les explica en profundidad lo que es la industria minera para que puedan apreciar la importancia de un sector como éste para el desarrollo de la comarca. Tenemos interés en que la industria minera florezca, que a la comunidad le interese convivir con ella y que los jóvenes se interesen por las carreras asociadas.

-¿Cree que se valora poco la aportación de Matsa?

-Se valora bien pero siempre habrá demandas porque el desempleo es muy grave. En lo particular puedo entenderlo pero hacemos lo que podemos como empresa.

-¿Todos los esfuerzos de Matsa le ponen en punta de lanza de la nueva industria minera en Huelva?

-Sí, sí. Hemos logrado posicionar la compañía a un nivel de confianza hacia las administraciones. Hemos participado de manera profunda en que la Junta empiece a sentir que la industria minera es una oportunidad de desarrollo, y si podemos colaborar, nos sentimos orgullosos. Siento que aportamos mucho a la sociedad y lo queremos hacer de manera muy responsable.

-¿Cómo son las relaciones actuales con la Administración?

-Nos ha tocado hacer un camino bastante interesante. Matsa opera desde 2009 pero antes tuvo un proceso de construcción, en el que tuvimos que aprender a entender la visión de la Administración. Hemos tenido que profundizar en el trabajo mano a mano para llevar a buen puerto este tipo de proyectos. Y la Administración también ha entendido cómo somos capaces de hacer las cosas. Esto ha favorecido que se simplifique, o que fluya mejor, la dinámica de la obtención de permisos. Hemos generado la seguridad que la Administración requiere y esto permite que se vea la minería como una oportunidad de desarrollo.

-¿Ese cambio ha venido por el convencimiento de los nuevos dirigentes en la Junta o por la labor de Matsa?

-Tampoco quiero colgarme todas las medallas. Ha sido un trabajo en coordinación con la Administración. Los cambios que ha habido en la Administración han influido, sí, pero siento que se venía haciendo un trabajo a tener en cuenta, tanto por la Administración aquí en Huelva, con la que más trato tenemos, como por las consejerías en Sevilla. Pero mayormente aquí en Huelva hemos podido generar esa confianza con un trabajo conjunto.

-¿Cuál es la producción de actual de Matsa y su facturación?

-Tenemos una planta en la que procesamos 2,2 millones de toneladas al año de mineral y hacemos una facturación de aproximadamente 160 millones de dólares anuales. Estamos en la construcción de una nueva línea que nos permitirá llegar a 4,4 millones de toneladas por año pero explico el por qué de esta ampliación, que es un gesto de responsabilidad. Operar aquí en España es muy caro. La energía eléctrica es muy cara, en comparación con otras partes del mundo. Y la mano de obra. Pero estamos en Europa y si queremos operar, tenemos que hacerlo con las condiciones que hay aquí. Y también debemos generar una estrategia que nos permita establecernos con una visión de largo plazo. Y lo hacemos optimizando los costes para poder afrontar fluctuaciones en el precio de los metales. Eso consolida nuestro negocio y nuestra visión de futuro aquí. Y éste es un mensaje interesante para que entiendan que no somos una empresa de corto plazo. Es por eso que invertimos todos los años 10 millones de dólares en investigación. ¿Por qué la empresa ha invertido 600 millones hasta la fecha y ahora 200 más? Porque hemos convencido a nuestros accionistas de permanecer aquí en España y me interesaría que la gente de la comarca lo entienda. Estamos viviendo momentos difíciles, sí, pero existen las condiciones para que la empresa pueda dar respuesta a 120 puestos más. No vamos a resolver el problema de empleo pero son 120 puestos de trabajo de largo plazo.

-¿Y por qué una gran corporación como Trafigura, dedicada al petróleo, se interesa por la minería en Huelva?

-Por Matsa. Porque estamos haciendo cosas interesantes y hemos atraído la atención a la oportunidad de negocio que es la industria minera. A parte también es interesante entender que España ofrece condiciones de respaldo jurídico: estamos en Europa y no es lo mismo que estar en países donde hay una inestabilidad. Y sentimos, como técnicos, que la Faja Pirítica está subexplotada y hay una oportunidad importantísima para encontrar nuevos recursos. Estamos hablando de 250 kilómetros de longitud, por 50 de ancho, 1.250.000 hectáreas. Matsa tiene 27.000 hectáreas, no llegamos al medio punto porcentual de la extensión que tiene la Faja Pirítica. Imagínese el potencial. Doy unos números que pueden poner en contexto la dimensión que tiene esta zona y que responde por qué Trafigura piensa en esto. Porque cree que hay una oportunidad de negocio a largo plazo. Eso es un mensaje interesante que hay que dejar bien claro porque a esta sociedad le hace falta este tipo de cosas.

-¿Ahí es donde entran proyectos como Magdalena y Sotiel?

-Definitivamente. Y en el futuro escucharán más nombres porque no podemos parar. Tenemos que mantener una dinámica de investigación, investigación e investigación. Siempre debemos tener una frontera de 15 años, que significan 60 millones de toneladas de recursos en inventario siempre. Por eso siempre hay que estar investigando.

-¿Qué aportarán los dos?

-Es un conjunto. Magdalena, Sotiel y el mismo Matsa aportarán mineral para llegar a los 4,4 millones de toneladas de producción total.

-¿En qué estado se encuentran estas dos nuevas explotaciones?

-Este lunes o el martes obtendremos el permiso de investigación con obra directa en Magdalena, es decir, haciendo mina para hacer una factibilidad económica de los recursos que tenemos detectados desde superficie. Nos va a llevar este año y mitad del próximo hacer ese estudio e inmediatamente entraremos en un proceso de explotación. En Sotiel tenemos actualmente el permiso de investigación, que contemplaba también un estudio de factibilidad pero con un componente diferente a Magdalena. Como ya fue explotada tuvimos que sacar el agua y tratarla, y ahora estamos rehabilitando la mina, creando la infraestructura necesaria. Hemos presentado la solicitud para obtener los permisos de explotación y creo que los tendremos a lo largo del verano.

-¿Hay previsiones de adquirir más derechos?

-Nuestro interés, primero, es posicionarnos de manera muy estable donde tenemos ahora la planta. Nuestro radio económico ronda los 30 kilómetros, por lo que deberíamos focalizar ahí nuestra atención en el corto y medio plazo porque tenemos que abastecer una planta con 4,4 millones de toneladas al año. También el largo plazo nos encamina a buscar nuevas oportunidades de negocio. Actualmente hemos participado en los concursos que sacó la Junta y optamos a los del municipio de Paymogo porque tenemos una visión de crecimiento hacia esa parte más al poniente. Conforme vayamos avanzando en el tiempo, Matsa seguirá valorando. Invertimos 10 millones de dólares en investigación y eso nos permite entender una Faja Pirítica que no está completamente estudiada. De 1.250.000 hectáreas, puede haber medio millón en concesiones y hay muchas más libres, que pueden tener muchas oportunidades.

-¿Se puede acercar la minería en un futuro a lo que enel pasado supuso para la provincia?

-Siento que lo puede superar. Si somos capaces de mantener los niveles de producción similares a los que maneja Matsa, me parece que sí. Si hay empresas que tengan una vocación de futuro, que realmente se manejen eficientemente, la provincia da para mucho. Imagínese el potencial que tiene la Faja Pirítica.

-¿Siente que están abriendo el camino a ese futuro?

-Más que abrirlo siento que estamos aprendiendo a conocer la Faja Pirítica desde el punto de vista geológico. Conocemos más que antes y, más adelante, conoceremos más que hoy. Sabemos más de geología y ojalá que alguien venga y conozca más y nos ayude a entender más. Hemos cerrado convenios con la Universidad de Huelva para que estudiantes de maestrías o ingenierías investiguen en la minería y nos ayuden a entenderla. Financiamos las tesis porque nos interesa tener gente investigando.

-¿Se han convertido en el modelo a seguir en Huelva?

-Sí. Y espero seguir manteniéndonos a este nivel.

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