Huelva

La Junta pondrá "toda la carne en el asador" al no ver una burbuja minera

  • Asensio cree que la demanda es sostenida y real, que el producto está estandarizado y el mercado es mundial

La minería metálica es un sector cíclico, de fuerte intensidad e impacto, aunque siempre responde a una demanda vinculada a una actividad real (genera un producto que se usa como materia prima para otro tipo de actividad industrial) y no existe diferenciación o capacidad alguna por parte de las compañías de influir en los precios y la calidad, ya que el producto está estandarizado y sólo hay un mercado, que es mundial.

Bajo estas premisas, la directora general de Industria, Energía y Minas de la Junta, María José Asensio, afirmó ayer, durante la inauguración de la octava edición del Máster en Geología y Gestión Ambiental organizado por la Universidad de Huelva (UHU) y la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA), en el que participan unos 35 alumnos, que el auge de la minería no puede ser interpretado como una burbuja financiera o especulativa.

"Sí, es un sector cíclico, pero muy vinculado a un ciclo real de actividad económica, y no a movimientos financieros rápidos como ocurre con otro tipo de sectores", aseguró.

En su conferencia, titulada Presente y futuro de la minería en Andalucía, la responsable explicó que la bajada del 0,2% de los precios del cobre en el siglo pasado (sobre todo en el último cuarto) se debió al declive de las economías subdesarrolladas, a la caída de la demanda al finalizar la Guerra Fría (la industria militar demandó entonces menos materia) y al aumento de la oferta por la puesta en explotación de grandes yacimientos. No obstante, en el siguiente ciclo, que va de 2000 a 2012, los precios subieron una media de anual del 8% y en el caso del cobre hubo un crecimiento acumulado del 344%.

Aunque Asensio apuntó que generalmente estos cambios se atribuyen a los movimiento económicos reales, como la urbanización e industrialización de grandes países que acumulan el 40% de la población (China, India y Brasil), también destacó que, en el caso de los metales, "hay que mirar excepcionalmente la oferta y la demanda", ya que este mercado se mueve de forma "distinta".

Al respecto, precisó que la gran diferencia de este sector es que, mientras en otros ámbitos hay productos diferenciados y estrategias de generación de demanda que preceden a la producción para influir sobre el precio, en el caso de la minería (a excepción del oro, que a veces se convierte en un refugio financiero) el producto está estandarizado y las empresas sólo pueden jugar con los costes: si estos son peores habrá menos beneficios pero "no existe la posibilidad de tocar el precio o la calidad para introducirlo en un mercado".

A su juicio, la demanda sostenida que se está viviendo, y que se prevé siga a medio y largo plazo, "garantiza el precio de la materia prima, la rentabilidad de los yacimientos y, con ellos, el interés de las compañías". Ante esta coyuntura favorable, Asensio aseguró que la postura de la Junta es clara: "Rentabilizar al máximo posible la situación para la sociedad andaluza, siempre con todas las garantías posibles".

De esta manera, señaló que la Administración andaluza impulsará "todo lo bueno que tenga este momento para la economía y la sociedad", de forma que si hay un proyecto posible de explotación o de investigación "vamos a poner toda la carne en el asador para que siga adelante". Sin embargo, dejó claro que la Junta debe jugar un doble papel en este juego: por un lado, fomentar las iniciativas y, por otro, "poner líneas rojas".

Tras referirse a la relevancia del Portal Andaluz de la Minería como instrumento de "transparencia" al servicio de los investigadores y a la elaboración, junto a los sectores y agentes sociales, de la Estrategia Minera de Andalucía 2014-2020 para finales de este año (será el instrumento planificador que orientará estratégicamente las actividades de investigación y explotación de los recursos minerales en Andalucía), la responsable se refirió al futuro de la minería, al preguntarse "qué quedará" y, como respuesta, confió en que haya una transformación que pase por "poner en su sitio a los protagonistas del proceso".

Según aseguró, estos actores principales son el sector empresarial, que es el que invierte; la ciudadanía del entorno en el que se desarrollan los proyectos mineros; así como la Universidad. Al margen, sin embargo, deberá quedar la Administración, bajo su punto de vista.

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