La delegación onubense de la Federación Andaluza de Asociaciones de Sordos (FAAS) dejará de existir el próximo 1 de enero si la Junta de Andalucía no abona a sus ocho trabajadores las nóminas que les debe desde el mes de junio. "A cada uno de nosotros nos debe la Administración unos 8.000 euros, siete sueldos en total", precisa a Huelva Información la responsable de la asociación en Huelva, Toñi Gutiérrez. En total, unos 64.000 euros que hacen "inviable" que el colectivo siga adelante con su actividad más allá de la semana que viene.

El problema viene de antiguo y afecta a las asociaciones de toda la comunidad autónoma. Desde 2009 el Ejecutivo regional mantiene con la federación una deuda de dos millones de euros que la ha obligado a pedir créditos para poder hacer frente al pago de los salarios del equipo que atiende a las personas sordas. Los préstamos han generado al colectivo andaluz unos 90.000 euros anuales de intereses. En total, la FAAS reclama 856.000 euros a la Consejería de Educación y 1,2 millones a la de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo.

En la oficina que la delegación onubense de la federación de sordos tiene en el Molino de la Vega trabaja un grupo humano conformado por técnicos de empleo, orientadores laborales, una trabajadora social, especialistas en lengua de signos e intérpretes de sordos. Su principal cometido es la orientación laboral para personas con problemas de audición que se encuentran en situación de desempleo. Toñi Gutiérrez indicó que en estos siete meses que llevan sin cobrar "hemos atendido a más de 800 personas y desde que el último programa se pusiera en marcha, en abril, más de cien han encontrado un puesto de trabajo".

La falta de recursos económicos hace mella en el ánimo de los ocho trabajadores onubenses. "Hay compañeros cuyas parejas están en paro y están tirando de familiares y amigos para salir adelante; pero lo peor es que muchos viven en pueblos de la provincia y tienen que venir a diario a trabajar aunque no tengan ni para pagar la gasolina o tomarse un café a media mañana. Vivir esto es para quien lo pasa".

La Asociación de Sordos de Huelva lleva operando en la provincia desde 1990. Son 23 años que "se irán al traste la semana que viene si la Junta de Andalucía no mueve un dedo". A Gutiérrez le preocupa la situación en la que quedarán los beneficiarios del experimentado trabajo que vienen realizando. "Ellos ahora se ven totalmente desamparados sin nosotros, porque si ya es difícil para una persona sin problemas encontrar un empleo, ellos tienen el doble de problemas". El principal, las barreras comunicativas. Sin servicio de intérpretes, "padres y familiares tendrán que hacerse cargo".

La delegación onubense de la FAAS considera que ha hecho todo lo posible para conseguir que la deuda se solvente y salir adelante con su trabajo. La semana pasada participó en una protesta regional que tuvo lugar ante la Consejería de Empleo en Sevilla, "a la que fuimos todos de negro, que es el color con el que interpretamos la lengua de signos". También ha mantenido reuniones con el delegado territorial de Empleo en Huelva, Eduardo Muñoz, "con el que hay buena sintonía". Pero no ha habido resultados satisfactorios.

Además, los ocho trabajadores de la Asociación de Sordos onubense llevan meses compilando firmas de apoyo a su causa, de las que ya han recogido 4.500 en la provincia.

Este diario contactó con la Junta de Andalucía para preguntar por la situación y la previsión de pago de la deuda contraída con la FAAS, pero no obtuvo respuesta.