Las arcas siguen al rojo vivo, pese al trienio de recortes que han sentado precedente en la casa de la Gran Vía. La rendición de cuentas del Ayuntamiento de Huelva ante el Ministerio de Hacienda reveló ayer las coordenadas de la economía municipal, situando el déficit de tesorería en los niveles en los que fluctuaba entre 2008 y 2009. El equipo de gobierno del PP llevó al Pleno el informe de ejecución presupuestaria del tercer trimestre de este año que recoge un remanente de tesorería negativo de 94,4 millones de euros. Aún teniendo en cuenta que el dato es provisional, empeora el panorama del año anterior, ya que al cierre del ejercicio de 2012 este indicador de la salud financiera del Consistorio quedó rebajado hasta los -74,8 millones, en niveles de 2006.

Habrá que esperar, pues, a la liquidación definitiva de 2013 para contrastar la efectividad de las medidas de saneamiento que llevan aplicando los mandatarios del PP desde 2011. Aquel fue el primer año que se consiguió reducir el déficit de tesorería -resultado que propulsaron los recortes y la semiprivatización de Aguas de Huelva-, menguando un agujero económico que, desde que se originara en 1999, segundo mandato de los periquistas, había crecido a un ritmo galopante, con su récord en los -142 millones del año 2010.

De momento, este último informe de ejecución presupuestaria, al que ha tenido acceso Huelva Información, cifra en 71,3 millones la recaudación líquida del Ayuntamiento (lo que representa un 52% de lo recogido en las previsiones iniciales), si bien no puede obviarse que este balance se realizó cuando todavía no había finalizado el periodo de cobro de impuestos y tasas. Con todo, nuevamente se inflan las estimaciones de ingresos, ya que, como manifestó en el debate el portavoz de IU, Pedro Jiménez, los 4 millones de euros que esperaba embolsar la institución por "venta de solares", todavía en septiembre eran "cero euros". Menor es la ejecución que se atribuye a los gastos, un 44,7%, a tres meses de cerrar el año.

Magnitudes sobre las que el Pleno de ayer corrió un tupido velo, para poner los focos en otro asunto: El plan de pago a proveedores.

Con la abstención de la oposición, el equipo de gobierno dio luz verde a las operaciones de préstamo por valor de 22,8 millones de euros que financiarán la tercera remesa de facturas. Como explicó el teniente de alcalde de Economía, Saúl Fernández, "entre finales de este año y principios del que viene" cobrarán su deuda un total de 204 empresas proveedoras de bienes y servicios del Ayuntamiento de Huelva. El crédito dará cobertura a 2.080 facturas, convirtiendo el débito comercial a corto plazo en bancario a largo plazo y forzando una nueva revisión del plan de ajuste para amortizar estos préstamos en diez años.

Según enfatizó el portavoz municipal del PP, Francisco Moro, en declaraciones a los periodistas, "los planes de pago a proveedores son la mayor apuesta por el empleo del Gobierno de la nación en colaboración con los ayuntamientos. En realidad -recalcó- son planes de empleo, pues suponen la garantía del mantenimiento de miles de puestos de trabajo en las empresas proveedoras del Ayuntamiento de Huelva".

Tanto PSOE como IU y la concejal no adscrita Yolanda Cabezas comparten la necesidad de que cobren los proveedores, pero rechazan un procedimiento que supone una vuelta de tuerca más en el endeudamiento del Consistorio. "No queremos ser catastrofistas, pero los números no engañan: En lo que llevamos de año nos hemos endeudado en 117 millones de euros más, a lo que hay que añadir 40 millones en intereses. Con una cuantía así sí que se podría hacer un plan de empleo para la ciudad", argumentó la concejal socialista María Villadeamigo.

Los izquierdistas reprobaron igualmente la "espiral perversa" en la que, a su juicio, ha entrado el Ayuntamiento con estas hipotecas. "Nuestra preocupación -señaló el edil Juan Manuel Arazola- es que a partir de enero se tendrán que empezar a pagar 47.000 euros diarios porque habrá finalizado el periodo de carencia del primer préstamo para el pago a proveedores. Nos preocupa el incremento de la deuda bancaria, que supera ya los 225 millones de euros y el impago a asociaciones, a colectivos y a los propios proveedores".

El concejal de IU instó al equipo de gobierno a "aclarar qué soluciones van a poner ante esta espiral sin sentido en la que ha entrado el Ayuntamiento de Huelva". La respuesta de los periquistas no entró en concreciones: "Esta medida es una gran ayuda para todas las administraciones y a este procedimiento de pago a proveedores también se ha acogido la Junta de Andalucía, y con unas cantidades que son para salir corriendo -apostilló Fernández-, pero ahora PSOE e IU salen con eso. También llevo muchos años escuchando que esto es un caos y que a dónde vamos a llegar. No se preocupen, que estamos planteando soluciones. En otros sitios, como en algunos ayuntamientos gobernados por el PSOE, se ha puesto en la calle a trabajadores, cosa que no estamos haciendo aquí".

Los populares tumbaron la moción defendida por el portavoz socialista, Gabriel Cruz, que exigía "sacar la privatización del cementerio de este tercer plan de ajuste", pidiendo un correlato documental a la marcha atrás que el alcalde anunció en el Debate sobre el Estado de la Ciudad. A la medida abortada se vincula el cobro de 7 millones de euros para financiar parte de los créditos que ayer se aprobaron. La alternativa para avalar esa operación sigue sin desvelarse, ya que el responsable de Economía esgrimió en el debate plenario que el plan de ajuste es "una herramienta viva, no un fin en sí mismo, y tiene que adaptarse a las circunstancias de cada momento. El alcalde ha dicho públicamente que no se va a privatizar el cementerio y yo voy a trabajar para cumplir eso -capituló-. Ustedes lo van a ver, claro que sí".