"La Alhambra es mucho más que un monumento", es un modelo de gestión integral del patrimonio cultural en connivencia con el entorno natural y urbano de una ciudad como la de Granada, subrayó ayer la directora del Patronato de la Alhambra, María del Mar Villafranca, en su ponencia La Alhambra, un modelo de gestión integral del patrimonio y la cultura.

La clase magistral tuvo lugar con motivo del curso de verano de la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) Historia y gestión cultural: Actividades y perfiles profesionales, dirigido por Juan Luis Carriazo, de la Universidad de Huelva (UHU).

Según apuntó la directora del Patronato, son más de 150 años de gestión de un legado cultural que no deja de crecer con las continuas obras para la restauración y el mantenimiento que se acometen de la mano de la última tecnología; respetando todas las normas internacionales para que la Alhambra, el Generalife y el Albaicín sigan siendo Patrimonio Mundial por la Unesco.

La ponencia les sirvió a los 30 alumnos del curso para conocer a la perfección un modelo de gestión de envergadura como éste, donde la conservación va de la mano de la proyección científica y cultural, facilitando siempre el acceso al ciudadano con una amplia oferta de visitas. "Es un sitio en el que hay que compatibilizar la visita del público con la conservación del patrimonio", remarcó la ponente.

En el año 2012, el conjunto monumental de la Alhambra y el Generalife recibió un total de 2.338.800 visitas, aumentando este número en relación al año anterior. Villafranca destacó que se tratan de datos muy positivos ya que el aforo máximo establecido anualmente es de 2.713.500 y a ello hay que sumar la actual situación económica.

La directora apuntó que son necesarios "estudios de impacto" para conocer la inferencia de un conjunto artístico y cultural en su entorno. En ese sentido, facilitó datos de Granada, donde "hay unos 10.000 empleos que dependen directa e indirectamente de la Alhambra". Estos números se desprenden de un estudio de 2010, donde se recogía que el impacto de ese patrimonio supuso en la ciudad casi 700 millones de euros.

"La mayor parte de las empresas culturales son pequeñas y medianas empresas, pero su facturación es prácticamente similar a la del sector agropecuario", argumentó la ponente, que no quiso olvidarse de la "necesidad de formación" para hacer un buen trabajo de gestión cultural.

"Necesitamos gestores del turismo que sepan conciliar y busquen alianza con los procesos de conservación" y no lo vean como limitaciones a su trabajo, apostilló Villafranca.

Por su parte, el director del curso aseguró que "no somos lo suficientemente conscientes de que somos una potencia cultural a nivel internacional", de ahí que haya que aprovecharlo y explotarlo económicamente.

El cuerpo docente del curso está formado por especialistas en la materia de diferentes universidades y empresas de España. El objetivo del curso es estudiar, analizar y comparar casos concretos de gestión cultural y patrimonial, como es el de la localidad de Alcalá la Real o el ya mencionado de la Alhambra.

Este curso sirve de introducción al novedoso Grado en Gestión Cultural de la UHU.