Las industrias onubenses han 'suspendido' el primer periodo de control de las emisiones de gases de efecto invernadero para cumplir el Protocolo de Kioto. Las emisiones de las instalaciones de la provincia han superado lo contemplado en el Plan Nacional de Asignación (PNA), el documento en el que el Gobierno establecía cuántas toneladas de gases de efecto invernadero (GEI) podía emitir cada instalación en el periodo 2005-2007 sin tener que comprar derechos de emisión. En conjunto, las industrias no han sobrepasado con mucho los derechos de emisión asignados (las toneladas de CO₂ que pueden emitir de forma gratuita), sino que han expulsado un 0,5% más de gases a la atmósfera de lo que contemplaba el PNA.

El Plan Nacional de Asignación fue aprobado por el Gobierno para poner en marcha el comercio de derechos de emisión, uno de los mecanismos de control de las emisiones de gases de efecto invernadero contemplado por el Protocolo de Kioto, con la finalidad de reducir éstas y así cumplir el objetivo marcado para España en el Protocolo: que en 2012 las emisiones sólo se hayan incrementado en un 15% respecto a las de 1990. Para iniciar el descenso de las emisiones industriales, el Gobierno establecía en el PNA un número de toneladas que cada instalación podría emitir de forma gratuita, mientras que a partir de ahí la empresa tendría que acudir al mercado de derechos de emisión para comprar los derechos de otras industrias que emitiesen por debajo de lo asignado para ellas. En el periodo 2005-2007, 19 instalaciones onubenses obtenían derechos de emisión por valor de 15,3 millones de toneladas, pero según el último balance publicado por el Ministerio de Medio Ambiente, esta cantidad ha sido levemente superada, con unas emisiones de 15,4 millones de toneladas de gases de efecto invernadero.

Y ello a pesar de que numerosas industrias han emitido por debajo de los derechos que les había asignado el Gobierno. La clave está, al igual que en el resto del país, en el sector eléctrico, que no sólo incrementó sus emisiones durante el pasado año sino que ha superado con creces su asignación. Así, sólo en 2007, las instalaciones de generación emitieron un 21,4% más de toneladas de GEI de las que se les habían asignado, siendo responsable de más del 50% de las emisiones de los sectores afectados por el comercio de derechos.

En el caso de Huelva, las dos grandes instalaciones de generación de energía eléctrica en funcionamiento, los ciclos combinados de Unión Fenosa y Endesa, superaron con mucho las emisiones asignadas, emitiendo entre las dos instalaciones un total de 7,4 millones de toneladas en el periodo 2005-2007, la mitad del total y ello teniendo en cuenta que ninguna de las dos centrales ha estado a pleno rendimiento durante todo el periodo. También superó los derechos asignados la central térmica de Endesa mientras estuvo funcionando, y han superado en ocasiones los límites las centrales de generación eléctrica de Cepsa y Ertisa.

El sector eléctrico es por tanto el que más ha tenido que utilizar el mercado de derechos de emisión, algo que ya se preveía al inicio del periodo puesto que en la asignación inicial que el Gobierno hizo al sector eléctrico ya se concretó que ésta no cubriría la totalidad de las emisiones de las instalaciones de generación. Algo que, según explican fuentes del sector, se debió a la convicción de que las empresas eléctricas son las que más fácilmente pueden asumir la compra de derechos, sin llegar a buscar otra ubicación por ello. También es cierto que el sector eléctrico es el mayor contribuyente a las emisiones de CO₂.

Ante esta situación, que empeorará en los próximos cuatro años con la disminución de las asignaciones, las eléctricas afrontan la compra de derechos en el mercado internacional, en el que la tonelada de CO₂ está en la actualidad a alrededor de 26,3 euros. Aunque también, según se explica desde Endesa, se apuesta por desarrollar mecanismos de desarrollo limpio, como los proyectos de energías renovables que esta compañía lleva a cabo en países que no han suscrito el Protocolo de Kioto, con los que se evitan emisiones que se 'descuentan' de su cuenta de emisiones sin derechos. Porque, como se recuerda desde Unión Fenosa, las centrales de Huelva son nuevas y tienen la última tecnología, por lo que resulta imposible realizar mejoras para reducir las emisiones de CO₂ como sí se están llevando a cabo en las centrales de carbón.

Pero en la provincia también ha habido industrias que se han quedado por debajo de las emisiones asignadas y que incluso han disminuido sus emisiones en el periodo 2005-2007. Es el caso por ejemplo de la refinería La Rábida, que está llevando a cabo inversiones para reducir sus emisiones a la atmósfera, o Ence, que en el periodo señalado ha bajado éstas en un 14,5%.

De hecho, la superación de las emisiones asignadas se produjo sólo en el año 2006, cuando se emitieron 5,2 millones de toneladas de CO₂ frente a las 4,9 para las que había derechos. El balance del año 2007 fue más positivo, ya que las 19 instalaciones incluidas en este comercio emitieron 5,9 millones de toneladas de gases frente a las 6 que tenían asignadas, al igual que en 2005 el balance también fue positivo al emitirse cien mil toneladas menos de las que se habían asignado.