Tras la publicación del informe de la Agencia Europea del Medio Ambiente (AEMA) sobre la eficiencia e impacto ambiental de la biomasa, Ence destacó que la generación de energía renovable con biomasa de residuos forestales y cultivo energético es "la tecnología energética que más contribuye al cuidado y mejora del medio ambiente".

Según explicó, la gestión responsable de la biomasa para la generación de energía tiene múltiples ventajas medioambientales. En este sentido, el cultivo energético con periodos de corta de tres a cuatro años y cercano al emplazamiento de la generación, como realiza Ence, ofrece un mejor balance en la captura de carbono y, por tanto, una mayor contribución a la mitigación del calentamiento climático. El dióxido de carbono emitido durante su aprovechamiento energético es igual que el captado de la atmósfera previamente por cultivos y bosques.

En relación a las demandas a la tierra para la producción de energía, el modelo de cultivo energético de Ence permite el aprovechamiento de tierras en desuso, con un eficiente aprovechamiento y ahorro del agua mediante la utilización de sondas subterráneas para el control de la humedad del suelo y de los abonos aportados para no desperdiciar agua ni alterar las capas freáticas.