Lágrimas y emoción a raudales en la llegada de los menores saharauis que pasarán el verano en la capital y en Cartaya en el marco de la campaña Vacaciones en Paz, de la Federación Provincial de Asociaciones Solidarias con el Sáhara, y que, en el caso concreto de Cartaya, organiza la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui de la localidad, con la colaboración del Ayuntamiento.

Los pequeños, de entre 9 y 12 años, arribaron a primera hora de la tarde, pasadas las 13:30, y ni el calor ni el retraso sobre la hora de llegada inicialmente prevista, hicieron mella en las emocionadas familias de acogida que les esperaban junto a la rotonda de La Pila con los brazos abiertos.

Una de las abuelas de acogida, Francisca Hurtado, aseguró que "se trata de una experiencia inolvidable que muchas llevamos años repitiendo". Precisamente este es su caso. A sus 72 años, esta cocinera de profesión, presume de tener seis nietos y "otros cinco postizos que viven en los campamentos de refugiados y a los que ayudamos todo lo que podemos". A sus brazos se echó Barca, de 10 años, la más pequeña de sus nietas. La menor forma parte del grupo de niños y niñas que repiten experiencia, lo que ocurre en el caso de diez de los menores llegados a Cartaya, mientras que los otros cinco vienen por primera vez. Para Guadalupe Camacho, presidenta de la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui de Cartaya y coordinadora provincial de la federación, "la llegada es un momento muy especial, porque damos rienda suelta a los sentimientos que por estos niños tenemos guardados todo el año". Camacho destacó la solidaridad de la sociedad cartayera, "puesto que un año más somos el pueblo de la provincia de Huelva que más niños acoge", así como "el esfuerzo que hacen estas familias ante los difíciles momentos económicos por los que atraviesan la mayor parte de los hogares".

En esta misma línea, agradeció la colaboración económica municipal, "sin la cual tampoco hubiera sido posible hacer realidad este sueño que para nosotros supone acoger a estos pequeños durante todo el verano y alejarlos de la tremenda realidad en la que les ha tocado vivir".

Los pequeños permanecerán en la localidad durante julio y agosto, periodo durante el cual la asociación instalará mesas petitorias en distintos puntos de la localidad para recoger fondos, a través de la venta de bonos de cinco euros que, según Camacho, "ayuden a paliar la precaria situación de los campamentos de refugiados saharauis, donde, según el llamamiento urgente que ha realizado a la sociedad española la Federación de Asociaciones Solidarias con el Sáhara, está llegando la hambruna, lo que se une a las altas temperaturas y condiciones extremas en las que viven los refugiados".