Huelva

Lince, especies invasoras e incendios, entre las medidas compensatorias

La ubicación del Centro de Ensayos de Sistemas no Tripulados, en la comarca de Doñana, implica un estudio del impacto ambiental que será mirado con lupa por la administración andaluza y colectivos ecologistas. De hecho, el proyecto ya ha vivido varios cambios antes de su inicio para adaptarlo al entorno en el que se enmarca. Y llega con un catálogo de propuestas compensatorias que van desde el seguimiento de la cercana población de lince, la posibilidad de colaborar en el control de los incendios forestales o la propuesta de realizar un trabajo de erradicación de especies invasoras.

La primera medida correctora fue el cambio de ubicación del proyecto. En su tramitación inicial, la Junta de Andalucía transmitió la conveniencia de desplazar el proyecto levemente hacia el Norte en la zona escogida para eliminar afecciones medioambientales; la primera modificación quedaba aprobada. En un segundo paso, los promotores del proyecto decidieron reducir al máximo el área de protección para deforestar la mínima superficie posible y teniendo en cuenta que el suelo circundante no es urbanizable, así pasó de ocupar 200 hectáreas a sólo 75.

Sobre esa superficie se ha elaborado el estudio de impacto ambiental que ahora se tramita. Según detalla éste, el proyecto CEUS no afecta a los corredores previstos en el Plan de Ordenación de los Regadíos de la Corona Norte de Doñana y se ubica fuera de las zonas con figuras de protección ambiental. Se sitúa sobre una masa forestal de repoblación de pino piñonero y no se detecta afección cultural ni arqueológica. Por otra parte, en cuanto a los posibles efectos indirectos sobre espacios de la Red Natura 2000, no se encuentra ninguno "significativo o apreciable".

Una de las principales preocupaciones ambientales del proyecto es su posible efecto sobre las aves. A este respecto, el estudio concluye que el riesgo de colisión con la avifauna es muy pequeño, puesto que las aves vuelan a una altura diferente a los aviones no tripulados que usarán las instalaciones y el riesgo se reduciría a los momentos de despegues y aproximación, con un máximo de un vuelo al día. En cuanto a la especie emblemática de Doñana, el lince ibérico, los promotores destacan que el centro se ubica fuera de su área de distribución.

Para controlar los posibles impactos durante la construcción y operación del centro se contará con el asesoramiento de la Estación Biológica de Doñana, que a cambio pide algo: un centro propio dedicado a la conservación del lince, incluyendo una zona de reserva para su protección. Para la protección de la fauna se recomienda asimismo ejecutar los trabajos de desbroce y movimientos de tierras entre octubre y enero, para evitar el periodo de reproducción.

También se realizará un muestreo para detectar especies de flora amenazada, de forma que se trasplantarán o recogerán semillas en el caso de encontrar alguna. Por otra parte, se valorará la utilización del proyecto para ubicar una base de uso estacional para la lucha contra incendios. De hecho, el proyecto hace mención al elevado número de incendios ocurridos en la zona en los últimos años.

Pero además de las medidas propuestas en el estudio de impacto ambiental, el CEUS tendrá que afrontar otras: las requeridas por la Junta de Andalucía para tramitar el expediente de prevalencia, que permitirá la desafectación del suelo de monte público. Así, la Junta reclama la ejecución de un proyecto de erradicación de especies exóticas en los espacios naturales, actuaciones de limpieza del monte público, deslindes o actuaciones de conservación en las lagunas temporales de Moguer.

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