La emergencia económica que lleva gravitando en los municipios (de todos los colores políticos) desde que el ladrillo dejara de ser la gallina de los huevos de oro, queda más que patente en el nuevo panel de endeudamiento del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas: los ayuntamientos onubenses deben ya a los bancos y cajas de ahorro 470,5 millones de euros, a los que se suman los 163,9 millones que adeuda la Diputación Provincial, que vuelve al puesto de la menos saneada del ámbito andaluz.

Es el peaje de los planes de pago a proveedores, en paralelo a los recortes y las subidas fiscales: la deuda comercial se ha transformado en deuda bancaria en muchos de los consistorios onubenses con las operaciones de crédito puestas en marcha en el último año por el Gobierno central para atajar los impagos a las empresas suministradoras de bienes y servicios. Una fórmula -en vías de reedición- que busca inyectar oxígeno en las economías locales, pero que en buena parte ha supuesto una hipoteca adicional para las instituciones, desplazando el socavón a los débitos con las entidades financieras. Ésta, conjurada con otros efectos perversos de la crisis, es la causa principal de que se haya disparado un 75% el endeudamiento del conjunto de los municipios de la provincia desde 2011.

Así se constata en el último informe del departamento de Montoro, que desglosa la deuda viva de las entidades locales al cierre de 2012. Un periodo en el que los préstamos pendientes de pago en los ayuntamientos onubenses sumaron 470,5 millones de euros, 201 millones más que en el ejercicio anterior, elevando la deuda por habitante a 900 euros. Al cierre de 2011, los consistorios de la provincia habían conseguido rebajar estas cargas financieras alcanzando una ratio de 515,7 euros de débito por vecino, dinámica que se ha visto invertida por las operaciones de pago a proveedores. Ahora, la deuda per cápita escala hasta los 900 euros en el promedio provincial.

En lo que atañe a la capital onubense, la deuda viva por habitante se cifra en 1.013 euros, estando Huelva en la mitad del ranking de capitales andaluzas, como la cuarta más endeudada. Es la primera vez, desde que en 2008 el Ministerio comenzara a publicar estos datos, que el Ayuntamiento de Huelva incrementa su débito con las entidades financieras, volviendo a los niveles de endeudamiento de la época del boom inmobiliario. El Consistorio onubense ha visto dispararse sus obligaciones con los bancos un 76% en sólo un año, al ser el ejercicio de entrada en vigor del plan de ajuste para financiar un crédito de 80 millones con el que se ha saldado la deuda con 480 proveedores. En 2011, el informe del Ministerio atribuía a la capital onubense una deuda viva de 85,3 millones de euros (573 euros por habitante), elevándose ahora el montante a 150,4 millones.

Lo que se debía a las empresas, pues, ahora se debe a los bancos, pero la pelota no parará de crecer a la luz de las últimas noticias, ya que los mandatarios del PP en el Ayuntamiento de Huelva han vuelto a adherirse al segundo plan de pago puesto en marcha por Montoro. Se pedirá un crédito de 10,1 millones de euros, al que se sumarán 3 millones de intereses. Una maniobra con la que se pagará a 17 empresas acreedoras pero con la que se agravarán de forma notable las cargas financieras.

La estadística consultada por este periódico pone de manifiesto que un total de 50 ayuntamientos de la provincia incrementaron su deuda viva el año pasado, llegando la situación a tal punto que ya hay 12 de ellos por encima de los 10 millones de euros de débito. En términos absolutos, sólo atendiendo al montante, por encima de este umbral se encuentran la capital onubense (150,5 millones); Ayamonte (37,3 millones); Almonte (33,2 millones); Lepe (32,9 millones); Valverde (31,1 millones); Punta Umbría (24,2 millones); Cartaya (21,9 millones); Isla Cristina (14,4 millones); Bollullos (13,4 millones); Moguer (11,3 millones); La Palma del Condado (11 millones); y Aljaraque (10,3 millones).

En términos relativos, teniendo en cuenta el tamaño del municipio, los más endeudados son, por este orden, Valverde (2.418 euros por habitante), Ayamonte (1.783,5), Punta Umbría (1.623,2), Almonte (1.470), Lepe (1.212), Cortelazor (1.155), Cortegana (1.131), La Nava (1.102), Encinasola (1.071), Galaroza (1.060), la Palma (1.041) y Huelva (1.013).

En el otro extremo están los nueve consistorios que aparecen con el contador a cero: Almonaster, Berrocal, Castaño del Robledo, Cumbres de Enmedio, El Granado, la Puebla de Guzman, Puerto Moral, San Silvestre de Guzmán, Valdelarco y Villanueva de las Cruces.

Hay también municipios que, contra la tendencia generalizada, han conseguido reducir su débito con las entidades financieras respecto a 2011, lo que no es óbice para que sigan teniendo, en algunos casos, voluminosas obligaciones pendientes. Tal es el caso de Moguer, Chucena o Escanea. También han visto menguar su deuda viva los municipios del Almendro, Aracena, Bonares, Corteconcepción, Cortelazor, Linares de la Sierra y Los Marines.