Huelva

La industria logra mantenerse y se vuelca en el exterior

  • Las empresas esperan acabar 2012 con un leve crecimiento La reconversión de la avenida Montenegro se topa con problemas técnicos y económicos

Tras un ejercicio contradictorio, en el que lograron su mayor valor de la producción pero también el peor resultado del siglo, las industrias enfilaron 2012 con perspectivas de mantenimiento. Al cierre del año ese objetivo se ha cubierto, con una producción que crecerá levemente (en torno a un 3% según los datos de la Asociación de Industrias Químicas, Básicas y Energéticas) pero con muchos altibajos en función de los productos. Esa cifra, además, se refiere al volumen producido; otra cuestión será el valor de esa producción y los márgenes comerciales.

Según explica el gerente de la Aiqbe, Juan Manuel Díaz del Valle, "podemos decir que estamos en una senda positiva, aunque no sé si podemos hablar de recuperación o más bien de mantener el tipo". Tras un año en el que la economía española siguió decreciendo, las empresas del Polo onubense volcaron más si cabe su estrategia comercial en la exportación: en 2011 el 26% de su producción era vendida en el extranjero y se espera que ese porcentaje aumente. Un hecho que "refleja que las empresas han sido capaces de adaptarse a los precios internacionales" e introducirse en nuevos mercados, pero que también tiene su contrapunto negativo: la caída de los márgenes comerciales, constatada en los resultados del ejercicio 2011, en el que para 10.000 millones de valor récord de la producción de las 13 compañías asociadas a Aiqbe sólo hubo 66 millones de euros de beneficios, y varias empresas presentaron pérdidas.

"No creo que la situación haya cambiado demasiado este año, nos movemos en unos márgenes muy estrechos", ajustados al máximo para poder competir a nivel global; en 2011 ese margen fue de sólo un 0,62%. Frente a ello, las empresas llaman a reducir los costes y ponen el acento de nuevo en los elevados costes de la energía; la última en lanzar la voz de alarma fue la patronal química, Feique, que alertaba de que el futuro del sector dependía de las medidas que se adoptasen en cuanto a fiscalidad energética.

Pese a ello, desde la Aiqbe se espera que 2013 sea "algo mejor que 2012", manteniendo el crecimiento lento pero sostenido que las empresas asociadas a Aiqbe han tenido desde su annus horribilis, 2009, cuando el valor de la producción cayó un 30%. La recuperación se ha visto ralentizada, aunque ello no conllevará una merma de la inversión, asevera Del Valle.

En esa inversión se incluirá la que están ejecutando las empresas de la avenida Francisco Montenegro, inmersa aún en una renovación iniciada en 2011 (tras el cese de los vertidos de fosfoyeso) que no termina de despegar. Tras el fin de los depósitos en la marisma, Fertiberia empezó una fase de reorganización que la ha dejado con unos 140 empleados y tres líneas de producción de fertilizantes, además de una planta de depuración de aguas que no termina de arrancar al surgir algunas dificultades técnicas. Con una inversión de 10 millones de euros prácticamente ejecutada, la empresa está a la espera de rematar el proceso de reorganización tras un ejercicio en el que la producción ha sido baja, con algunas paradas fundamentalmente por problemas con el suministro de ácido fosfórico.

Fertinagro también ha visto como 2012 frenaba su proyecto para reactivar la antigua factoría de Nilefos como centro de producción de fertilizantes especiales. Los problemas surgidos en la puesta en marcha de su línea de producción de fertilizantes solubles obligaban a la empresa a dejar aparcada esa fase del proyecto para pasar directamente a la segunda. También provocaban un daño colateral: el cese de las negociaciones con Foret para utilizar su factoría (cerrada en 2010) en un nuevo proyecto, cese argumentado tanto en las dificultades surgidas como en la moratoria establecida por el Gobierno para las renovables que dejaba sin prima la cogeneración de Foret.

Ante esta situación, la compañía catalana decidía clausurar definitivamente las instalaciones que estaban en marcha desde 1967, iniciando el proceso administrativo para su desmantelamiento y descontaminación de los suelos. Hace unas semanas, UGT anunciaba la búsqueda de apoyos para un proyecto (calcado del propuesto por Fertinagro) que reutilizase la fábrica y diese trabajado a los ex empleados de Foret; no se ha vuelto a saber de la iniciativa.

También en la avenida, pero en otras circunstancias completamente distintas, la lucha de Atlantic Copper es la de los márgenes comerciales tras cerrar 2011 en pérdidas. Según fuentes de la empresa, para este año se espera mejorar levemente respecto al ejercicio anterior, aunque con una facturación similar. También está pendiente la resolución sobre el futuro de la planta, a la espera de que Freeport McMoRan dilucide cuál será la opción escogida para ampliar su capacidad de refino.

al otro lado del Tinto, Cepsa mantuvo unas cifras de producción similares a las del año anterior, en torno a 10,3 millones de toneladas de productos, tras procesar 8,7 millones de toneladas de crudo (en este caso un 11% más que en 2011). Tras su ampliación, que prácticamente duplicó su capacidad de refino, la empresa ha elevado su peso hasta el 57% del total del valor de la producción de la Aiqbe: el pasado año, facturó 6.000 millones de euros.

En el Puerto Exterior, la planta de regasificación de Enagás acaba el año con 62 buques descargados, la misma cantidad que en 2011, en un ejercicio de aumento de la demanda convencional pero con un fuerte descenso de la demanda para generación de energía eléctrica. Los ciclos combinados han quedado apartados (con un funcionamiento muy inferior al proyectado) por el alza de las renovables, que cubren ya el 32% de la demanda eléctrica; en esa coyuntura se encuentran las dos centrales de Huelva, las de Endesa y Gas Natural-Fenosa.

En materia energética, otra de las novedades del año llega de la mano de Ence, que está culminando el proceso de ajuste de su planta de biomasa con el objetivo de ponerla en marcha el próximo mes de enero; con 50 megavatios de potencia, la instalación producirá energía suficiente para abastecer a una población de 350.000 personas.

Ercros prosigue con su producción sin noticias respecto al proyecto de cambio de tecnología que asegure su permanencia en la próxima década. Y fuera de la Aiqbe, Tioxide presentó un plan estratégico a cinco años con una inversión de 8,4 millones de euros en 2012 en la fábrica de pigmento de dióxido de titanio para hacer más competitiva y eficiente a la fábrica.

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