Huelva

Uno de cada tres indigentes padece un trastorno mental

  • Administración y asociaciones han puesto en marcha un plan para dar respuesta a estas personas que se encuentran en situación de marginación

Dentro de la terrible realidad de las personas sin hogar o indigentes hay que señalar que un amplio porcentaje de ellas padece, además, algún trastorno mental grave. Aunque no hay estadísticas exactas, se estima que el 30% de estas personas se encuentra dentro de este grupo.

Precisamente para dar respuesta a esta necesidad sanitaria y social se ha puesto en marcha en Huelva el programa de Atención para Personas con Trastornos Mentales Graves en Situación de Marginación Sin Hogar, en el que participan la Fundación Andaluza para la Integración Social del Enfermo Mental (Faisem), el Área de Salud Mental de Huelva, el Ayuntamiento, Feafes-Huelva y Cáritas Diocesana. El programa lleva escasas semanas de aplicación y sigue el camino que se emprendió con anterioridad en varias capitales andaluzas.

Según uno de los responsables de Cáritas, Javier Rodríguez, "el propósito es coordinar bien todos los recursos, ya que suelen ser casos cuyo tratamiento suele ser complicado" y el objetivo, la incorporación social y laboral de estas personas. La situación en la que este tipo de indigentes se encuentra acaba por llegar a límites extremos, ya que estas personas deciden finalmente no acudir a ningún tipo de las asistencias que pueden recibir. Rodríguez añadió que la situación de cada una de estas personas tiene matices muy particulares. De este modo, se encuentran algunos indigentes que proceden de otras provincias, otros de la propia capital aunque también se da con frecuencia los casos de los que vienen de los pueblos de la provincia. Su trastorno mental grave está complicado en bastantes casos, por la dependencia al alcohol u otras sustancias, lo que se conoce como patología dual que no viene sino a complicar la situación.

Según cálculos realizados por Cáritas, en nuestra capital existen actualmente unos cien indigentes de los que, si nos atenemos al porcentaje arriba mencionado, más de 30 están afectados por un trastorno mental grave. Actualmente, el programa ya está trabajando directamente con seis de estas personas.

La primera fase de este método es localizar y ganar la confianza para que la persona acepte ser ayudada. Es una tarea en gran parte de calle, prestada allí donde se encuentran: albergue, comedores, servicios de Salud Mental... La provisión de servicios básicos como ropa, comida, gestionar la atención sanitaria y un alojamiento entran en la segunda fase del tratamiento.

El programa quiere dar una respuesta completa al problema de estos pacientes, por lo que se presta una atención sanitaria en la que resalta la necesidad de realizar un diagnóstico correcto -lo que no es siempre fácil-, para que reciba la asistencia más eficaz posible. Asimismo, no se puede olvidar el apoyo social, en el que se incluye la gestión del alojamiento o envío a un recurso asistencial. Precisamente la gestión del alojamiento, según el programa, será "en coordinación con las redes generales de servicios sociales y sanitarios". De este modo, figura la búsqueda de alojamiento normalizado o la incorporación a las plazas que se establecerán en pensiones.

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