Huelva

El futuro está de huelga

  • Los médicos residentes (MIR) se concentran ante el Distrito Sanitario Huelva-Costa en su segundo día de paro · Los facultativos lamentan el deterioro de su formación y un porvenir cada vez más negro

Los médicos interinos residentes (MIR) de Huelva vivieron ayer su segunda jornada de huelga indefinida, que está convocada por la Coordinadora Andaluza de Representantes de Especialistas Internos Residentes (Careir). Uno de los actos que realizaron este martes fue una concentración ante el Distrito Sanitario Huelva-Costa, en la que estos facultativos expresaron, una vez más, su disconformidad con el deterioro de sus condiciones de trabajo y quizá lo que es aún peor: un futuro nada halagüeño en la Sanidad andaluza que es la que tiene la responsabilidad de su formación. Los médicos vieron frustrado su intento de ser recibidos por la directora del Distrito, que los citó para el próximo lunes, si bien tuvieron tiempo de gritar a favor de la formación y en contra de los recortes.

La huelga siguió ayer con un elevado porcentaje de seguimiento que el propio SAS estimó cerca del 60%, es decir, en términos parecidos pero inferiores al nivel conseguido el lunes.

Un buen número de estos MIR se dio cita, pasado el mediodía, ante la sede del Distrito, en el antiguo Manuel Lois. Junto a ellos también se concentraron los FIR y los PIR, siglas que corresponden a los equivalentes a la formación médica en el campo de la farmacia y la psicología.

La provincia cuenta con 221 MIR repartidos entre los tres hospitales de la provincia. Los que realizan la especialidad de medicina de familia -la más numerosa de todas-, efectúan su último año en los centros de salud.

Frustración y falta de futuro. Esas son las dos principales conclusiones que se sacan cuando se habla con estos jóvenes profesionales de la sanidad. Los años dorados del MIR, que prácticamente aseguraban un puesto de trabajo, han pasado definitivamente. Esa formación de cuatro o cinco años, según la especialidad, no garantiza nada e "incluso hay algunos que vuelven a presentarse al MIR cuando lo terminan para poder seguir trabajando", indica uno de ellos. Si no se hace eso, el futuro pasa por la sanidad privada, irse a otras comunidades autónomas o el extranjero, como son los casos del Reino Unido o Australia.

Lo que más les duele es que perciben que, en este año, su formación ha pasado a un segundo plano. Lo importante es "servir como mano de obra barata", como ellos puntualizan, y cubrir todas las carencias que han surgido en el sistema sanitario como consecuencia de los recortes.

Silverio Pineda es un R3 (tercer año) de Traumatología en el Hospital Juan Ramón Jiménez. Explica que "nos han bajado las guardias de 6 a 4" con el consiguiente perjuicio económico. Además, en el caso de Traumatología, estar menos en Urgencias significa una peor preparación por la importancia que Trauma tiene en ese servicio. Una circunstancia que diferencia a los MIR andaluces de los del resto del país es que aquí no se les reconocen sus horas de estudio, sesiones clínicas... "lo único que acredita es la asistencia pura y dura".

Con pesar reconoce que "el SAS gasta el dinero en formar a gente buena que se irá a otros lugares".

Una R3 de Cardiología, también del Juan Ramón Jiménez, apunta a otro punto de conflicto: "Los recortes que se han realizado a nivel general en los médicos provocan mal ambiente. Se les ha reducido el contrato y tienen menos tiempo para nuestra formación". En muchas ocasiones, los MIR acaban supliendo las ausencias de los médicos adjuntos que son quienes han de realizar una tutorización de los residentes.

Tanto en el caso de los PIR como de los FIR las cosas no están mejor. Elena Guillén y Rocío Alonso realizan su labor de psicólogas en Salud Mental, en el Vázquez Díaz. Aparte de que el futuro profesional está bastante negro, han visto cómo han ido degradándose sus condiciones laborales. Todo esto pasa por "echar más horas, trabajar tardes sin que nos las paguen o que nos hayan retirado el pago de la comida".

En el ámbito farmacéutico, el Juan Ramón Jiménez tiene este año 7 profesionales, contándose con una situación anómala: hay casi el doble de residentes que de adjuntos, si bien comentan estas residentes, que la escasez de adjuntos en la farmacia de este hospital es un problema que viene de lejos. Al igual que les sucede a sus compañeros médicos, la carga asistencial deja a un lado la preparación. A todo ello hay que sumar la degradación de las condiciones económicas, con tardes enteras trabajando gratis y un futuro nada halagüeño en el que "hay promociones enteras en paro".

Otro punto en el que coinciden todos estos profesionales sanitarios es que no solo hay diferencias con sus compañeros de otras autonomías -los MIR asturianos también están de huelga- sino entre las provincias andaluzas y los distintos hospitales. Aquí en Huelva se habla de dosis de improvisación y, sobre todo, de falta de información.

La respuesta oficial a esta convocatoria de huelga se hizo pública el pasado lunes. En ese día, la Delegación Provincial de Salud y Bienestar Social mostró su comprensión ante la situación que atraviesan los MIR, si bien quiso dejar claro que las medidas de recorte que se habían adoptado tenían su origen en las políticas del Gobierno central y no en las decisiones de la Junta de Andalucía.

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