Huelva

Víspera eucarística con el Amor

  • El Señro de la Sagrada Cena llega a la iglesia de las Madres Agustinas para la celebración de la Vigilia de Espigas · Recorrió un itinerario no habitual en su salida del Domingo de Ramos

Las Madres Agustinas tienen desde ayer una visita muy especial. El Señor del Amor es morador en su iglesia hasta el próximo domingo. La comunidad religiosa está de fiesta en este tiempo de alabanza al Dios Eucaristía. El Señor que bendice el último encuentro llegó en la noche de ayer a las Agustinas para prepara estos días previos a la vigilia de espigas que tendrá lugar el sábado día 16; aquí comparte templo con la Buena Muerte y la Redención.

La tarde trasladaba a la del Domingo de Ramos que aun no siendo Semana Santa el aire cofrade que se vivía en El Polvorín así lo invitaba. Repiques de campanas para despedir al Cristo del Amor en su salida de la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús. Una salida extraordinaria en la que el Señor iba sólo, no presidía la gran barcaza de pescadores del Domingo de Ramos. Aparecía en el paso de la Virgen del Rosario con exquisito cuidado de exorno eucarístico, con claveles blancos y boquets cónico, espigas y lazos blancos. A la salida entre los ciriales y el paso se adentraba por un instante María Santísima del Rosario que aparecía desde el gran azulejo que hay en su iglesia. Sólo el Señor en esta procesión. Un traslado solemne que en la larga historia de la cofradía sólo se ha producido así en esta ocasión. Con anterioridad fue en 2001 la salida extraordinaria del cincuentenario de su primera salida con todo el paso, luego en 2004 aquel Viernes Santo de un Santo Entierro Magno fustrado por la lluvia y sólo pudo llegar hasta San Pedro. La jornada volvió a mostrar espacios que aun no siendo nuevos a la cofradía, no pasaban por él desde hacía años. Desde Federico Molina hacia Federico Mayo, así se introducía el Señor en la historia de la cofradía, cuando la vuelta en los años setenta se realizaba por Montrocal buscando el hospital Manuel Lois a donde entraban los pasos en visita a los enfermos. Aquello es hoy historia, ni el hospital está levantado pero las páginas de la vida de la cofradía dejan esos regueros que en ocasiones como esta gustan de volver a recordar. Lo mismo serán con el tiempo esta salida con el sol de la tarde y El bendiciendo a Huelva sobre el Barrio Obrero.

Un cortejo muy bien organizado, con participación de hermanos y representaciones. Cera roja y espíritu eucarístico. Le acompañaban las hermandades de la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, representadas corporativamente. En la antepresidencia los hermanos mayores, de la Victoria, Isidoro Olivero Hierro; Juan Fernando Ojeda, de las Tres Caídas; José Manuel Vélez, de la filial de Montemayor de Huelva; María López Palma, presidenta de la Asociación Nocturna Femenina; e Iginio Espina Mateo, presidente del Consejo Diocesano de Adoración Nocturna Española. No faltaron a la procesión cofrades de la Sagrada Cena como José Vargas Tallón y Carlos Velasco. Presidía el hermano mayor Emilio Muñoz .

Se renovaron espacios que no se vivían desde 2004 cuando el Cristo del Amor llegó hasta la parroquia de San Sebastián. Allí le esperaban la Sacramental del Cristo de la Victoria y Estudiantes. Con la tarde avanzada, el Cristo del Amor llegó hasta el barrio de San Sebastián, lo hacía con dos paradas especiales, en la ermita de la Soledad donde le recibía la Cofradía del Santo Entierro y entrando en la Plaza de San Pedro, en el azulejo del Señor de Pasión, le esperaba su hermandad sacramental. El hermano mayor, Manuel Palacio, se incorporó al cortejo. Ambas cofradías, la de Pasión y la Sagrada Cena, son las que colaboran con las Agustinas en la celebración de la Vigilia de Espigas. El Señor del Amor llegó bendiciendo a la ciudad desde San Pedro, por Santa Fe hasta las Agustinas. Una tarde de víspera de Corpus, arropado el Señor por Huelva, andando con la elegancia de sus costaleros y la sobriedad de su Agrupación Musical. Una jornada para recordar.

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