Si había alguna duda sobre la posibilidad de desarrollar en algún momento la línea de alta velocidad Huelva-Faro, Portugal se encargaba de despejarla ayer: el Ejecutivo luso ha abandonado "definitivamente" el proyecto de la línea entre Madrid y Lisboa, el único en ejecución de los cuatro que estaban previstos para conectar ambos países. La profunda crisis por la que pasa el país vecino, sometido a un fuerte plan de ajustes obligado por el rescate financiero de la Unión Europea, ha podido con la única conexión de alta velocidad que sobrevivía de las aprobadas en la Cumbre hispano-lusa de Figueira da Foz en 2003.

Las obras del AVE Madrid-Lisboa ya habían quedado suspendidas en junio del año 2011, después del acceso al Gobierno luso de los conservadores, que se habían mostrado beligerantes con el proyecto. Posteriormente, Portugal recogería en su planificación de infraestructuras su intención de abandonar el proyecto de conexión Lisboa-Madrid, para el que se había marcado la ambiciosa fecha de 2013 antes de que la crisis obligase al país a pedir socorro a la Unión Europea. Y hace un mes, el país vecino hablaba de una "reestructuración" del proyecto, para convertirlo en un tren de altas prestaciones con capacidad para transportar mercancías e inserto en el corredor Atlántico de la Red Transeuropea de Transporte.

El miércoles se daba a conocer un dictamen emitido por el Tribunal de Cuentas de Portugal, que denegaba el visto bueno al contrato entre el Estado luso y el consorcio Elos para la construcción de un tramo del AVE entre Lisboa y Madrid debido a irregularidades. Según la información recogida por Efe, el organismo fiscalizador apreció una "falta de información" dentro del marco presupuestario del proyecto que conllevó a "una violación directa de las normas financieras". Con el dictamen en la mano, el Gobierno portugués daba ayer el paso definitivo sobre el proyecto, considerando que este rechazo del Tribunal "cierra la polémica sobre el proyecto, que será definitivamente abandonado".

Con esa frase se pone punto y final, al menos por el momento, al AVE Madrid-Lisboa, aunque Portugal asegura que se mantiene la idea del tren de altas prestaciones. Y se da la puntilla a las escasas esperanzas existentes de reactivar el proyecto entre Huelva, Faro y Évora, que ambos gobiernos acordaban desarrollar para 2018 y que ha sufrido numerosos altibajos desde que fuera propuesto por el Gobierno de José María Aznar en 2003.

El proyecto partía de la mencionada Cumbre de Figueira de Foz; España y Portugal acordaban entonces ejecutar cuatro conexiones por alta velocidad entre ambos países: Lisboa-Madrid, Vigo-Oporto, Salamanca-Aveiro y Huelva-Faro. Pese a ello, el proyecto de Huelva nunca fue prioritario, sino que el Gobierno luso lo supeditaba a la realización de estudios sobre su viabilidad técnica y económica. De hecho, conforme avanzaban los años fueron varias las ocasiones en las que se llegó a anunciar que se caía del listado de obras a ejecutar, aunque finalmente era rescatado como posibilidad o en estudio.

Ya en plena crisis, Portugal advertía de la falta de presupuesto para la ejecución de todos los proyectos, financiados además con fondos europeos. En la cumbre de Zamora en 2009, la última celebrada hasta ahora, las conclusiones y declaraciones se limitaron a ratificar la intención de ejecutar los proyectos de Madrid y Vigo (este caería también después); ni palabra del AVE del Sur, como ya había ocurrido en el anterior encuentro celebrado en Badajoz. Pese a ello, a finales de 2009 ambos gobiernos decidían licitar el estudio informativo de esta línea, el documento que definiría las características y trazado de la conexión y que serviría para tramitar la declaración de impacto ambiental.

Ahí se quedó el proyecto, que veía próximo a su final tras el rescate del país vecino y la llegada de los conservadores al poder. En la malla de la Red Transeuropea de Transporte aprobada ayer se prevé una conexión ferroviaria entre Huelva y Faro, aunque no como alta velocidad. Y el Gobierno luso ya ha marcado sus prioridades en tema ferroviario, encaminadas precisamente a las conexiones desde los puertos de Sines y Aveiro, que engancharán con el corredor Atlántico para sacar esas mercancías hacia el resto de la UE. Es decir, el tren de altas prestaciones que Portugal proponía a España y que contaría con el apoyo económico de la UE. Así, se prevé impulsar un puerto, el de Sines, que puede competir con el de Huelva en la salida de mercancías desde Badajoz.

La pregunta ahora sería qué ocurrirá con la conexión Huelva-Ayamonte, puesto que el Gobierno central afirma que la Sevilla-Huelva será recogida en su nueva planificación de infraestructuras. Habrá que esperar al nuevo plan para conocer la respuesta.