Historia menuda

El monumento a Mora Claros (II)

Quedó hecho el encargo del busto, pero pasaron los meses sin que se advirtiese nuevo avance en la consecución de la estatua. Así, en la sesión municipal del 24 de abril de 1924 queda escrito:

"… Visto escrito de don Tomás Domínguez, don José de la Corte y don Pedro Garrido que forman la comisión encargada de erigir, por suscripción popular, un monumento que perpetúe la memoria del que fue alcalde de esta capital don Antonio de Mora Claros (q. e. p.d.) interesando se señale el emplazamiento de dicha obra en la explanada existente frente a la Casa Capitular, según lo acordado en 15 de diciembre de 1922, a fin de dar comienzo a las mismas; e informe del Sr. arquitecto municipal acompañando el plano del emplazamiento que propone, croquis de la planta del monumento y fotografías del boceto remitido por el autor del mismo, se acordó aprobar el emplazamiento propuesto por el Sr. arquitecto.

El Sr. Manzano propuso que el Ayuntamiento contribuyese a la suscripción del Monumento con igual cantidad a la concedida a los monumentos de Vázquez López y Sundheim, esto es, un donativo de 500 pesetas…".

La ubicación del Monumento enaltecía aquel lugar (calle Puerto, limítrofe a la calle Albornoz y a la que le da nombre el propio Mora Claros) y que, dada las muchas horas que pasaba en los quehaceres del Ayuntamiento, podemos considerar como su antesala natural y permanente.

En el diario La Provincia del 9 de noviembre de 1925, Pedro Garrido Perelló detalla, de manera magistral, todos los pormenores artísticos del monumento de inminente inauguración:

"… El Monumento, que airoso se eleva en la plazoleta de la calle Cánovas, es de mármol español y tiene las características siguiente: sobre plancha semicircular, lleva un zócalo en el que descansa en un punto medio el pedestal, al que a modo de arbotantes están unidas dos alas laterales en las que hay relieves alegóricos.

El fuste, se alza recio sirviéndole de remate un precioso collarín de hojas de laurel que corona amplio ábaco, sobre el que va colocado el busto, abrazado por motivos sentimentales que orillan la difícil unión del bronce y la piedra.

En la parte central del basamento, una hermosa placa de bronce, contiene en letras de oro la dedicatoria al ilustre onubense: "A don Antonio de Mora Claros, modelo de ciudadanos. 1925".

Unas preciosas guirnaldas de laurel, cuelgan de esta cartela y terminan arrollándose en las volutas de los arbotantes, completando el conjunto decorativo, el conjunto de las guirnaldas sobre los planos curvos de la arquitectura.

Caridad, Protección y Energía al Trabajo son los dos lemas alegóricos bellamente tratados en los admirables relieves, en los que aparece una hermosa mujer de perfil helénico, tendiendo cariñosamente la mano a un niño desvalido que tímidamente se le acerca y un hombre desnudo que muestra el torso robusto y el brazo fuerte, ostentando en su mano la rama de roble, símbolo de la energía.

En la parte posterior, en su base, dentro del macizo de arquitectura, encaja una jardinera donde el rosal trepador crecerá para cubrir el reverso de los planos curvos donde van los relieves.

Una cartela, de línea vigorosa, sirve para que aparezca magistralmente esculpido el escudo de Huelva, que el Sr. García Carreras ha orlado con frutos y laureles, coronándolo con bronce y poniendo también adornos de este metal.

El busto del Sr. Mora Claros es una obra de arte, que constituye para el Sr. García Carreras el mayor triunfo, porque ha alcanzado un parecido perfecto.

Al monumento rodea un jardín cercado con una rica y artística verja de hierro, estilo español antiguo, construida en la Fundición Las Mercedes, unida con tantos vínculos al Sr. Mora Claros.

Al diario La Provincia ofrezco estas líneas para con ella describir desde sus columnas este Monumento, en cuya construcción hemos puesto todo nuestro entusiasmo y cariño…".

La bella descripción nos basta y se convierte en prueba del gran temperamento artístico que tenía García Carreras y realzaba, además, el dominio afirmativo de su oficio que, años más tarde, sería consagrado con la gloria.

El día 22 de marzo de 1926, la prensa huelvana destacaba la inmediata inauguración del Monumento (tras varios intentos fallidos) y, dos días más tarde, insistía en la misma cuestión:

"… La comisión organizadora de este homenaje al que fue digno alcalde de Huelva, ha visitado a los señores Gobernador civil y al alcalde de esta capital para tratar de la inauguración de este monumento que como saben nuestros lectores, tendrá lugar el próximo Domingo de Ramos, a las 11 de la mañana.

Tanto el Sr. gobernador como el Sr. alcalde asistirán a esta solemnidad a la que concurrirán los señores concejales y la banda municipal.

El Sr. Domínguez Ortiz ofrecerá el monumento en nombre de la Comisión al Sr. alcalde…".

Asistamos, a través del Diario de Huelva del lunes, 29 de marzo de 1926, a la inauguración de la nueva estatuaria;

"A las 11 de ayer, y con toda la solemnidad, tuvo lugar el acto de inaugurar el monumento erigido a la memoria del inolvidable alcalde de Huelva, don Antonio de Mora Claros.

No era aún la hora fijada para la inauguración, y ya la calle Cánovas se hallaba invadida por numerosísimo público, viéndose los balcones ocupados por distinguidas señoras y señoritas.

Al domicilio de la señora viuda de Mora Claros acudieron numerosas familias de la buena sociedad onubense, para reiterar su pésame, así como las autoridades y personalidades más salientes de la capital y muchas de la provincia.

El busto del Sr. Mora Claros aparecía cubierto con las banderas de España y Huelva, luciendo artístico exorno y con profusión de flores. A la izquierda se había levantado un altar con la imagen del Sagrado Corazón de Jesús, estando aquel bello y sencillamente exornado.

A la hora señalada se procedió al descubrimiento del busto ante los invitados al acto y casi todo el pueblo onubense que allí se había congregado...".

La inauguración de este monumento fue uno de los actos más multitudinarios y solemnes que ha tenido nuestra capital, con asistencia de todas las autoridades, de las personas más significativas de Huelva y de casi todo el pueblo onubense, a lo largo del cual se pronunciaron vibrantes discursos, entre ellos el del Sr. Domínguez Ortiz que le hizo entrega del Monumento al pueblo de Huelva representado por su alcalde. La viuda del Sr. Mora Claros con motivo de la inauguración repartió entre los pobres una abundantísima limosna de pan.

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