Ni Falange ni el Partido Humanista. El listado de formaciones a las que los onubenses podrán votar el próximo 20 de noviembre se ha visto notablemente reducido tras introducirse la obligatoriedad de presentar avales. Los partidos han tenido que recabar el apoyo de casi 400 onubenses para poder registrar listas a las elecciones generales por Huelva y el efecto (además de las posibles circunstancias particulares de cada partido) se ha hecho notar. De 17 listas registradas al Congreso en las convocatorias de 2004 y 2008 se ha pasado a 13 en esta ocasión. Y el número puede bajar aún más, puesto que el INE y la Junta Electoral se afanan en estos días en comprobar la corrección de las candidaturas presentadas y los avales de las mismas. En el caso del Senado, se ha pasado de 17 listas en 2008 a 11 en 2011.

Los partidos minoritarios ya habían avisado de que esto podía ocurrir. De hecho, el objetivo de la modificación de la normativa electoral era depurar la cantidad de candidaturas que concurrían a las elecciones, algunas con dudosos fines, como podría ser la consecución del censo electoral de una provincia concreta (los datos de 392.697 personas en el caso de Huelva). Así lo reconoce la propia ley, que justifica el cambio para "salir al paso de prácticas no admisibles desde la perspectiva de la seriedad del procedimiento electoral". Era el único beneficio junto con la notoriedad que puede aportar ser candidato; los partidos sólo obtienen financiación por concurrir a las elecciones cuando logran representación.

Así las cosas, todo aquel que quisiera presentarse a las elecciones tenía que aportar a la Junta Electoral Provincial, junto al resto de documentación de la candidatura, el nombre, DNI, fecha de nacimiento y firma del 0,1% del censo electoral de Huelva. Además, los firmantes no pueden avalar más de una candidatura. Los apoyos tuvieron que ser recogidos incluso por un partido, el Andalucista, que se escapa al adjetivo minoritario, como denunciaban recientemente los responsables del PA en Huelva.

Con esos requisitos y un mes para recoger los apoyos, la nómina de partidos ha visto desaparecer a ocho formaciones desde 2008 e incorporarse otras cuatro, según se publicó ayer en el Boletín Oficial del Estado. Entre los que desaparecen destacan Los Verdes, la última candidatura de Falange, la Falange Española de las JONS (otras ramas habían desaparecido ya en las anteriores elecciones) o el Partido Humanista. En su lugar, entran formaciones como la catalana Escons en Blanc, que busca mostrar el descontento social con los grandes partidos; sus candidatos se comprometen a dejar vacíos los escaños conseguidos, a no cobrar ni un solo euro por el cargo y a no aprovecharse de ninguna de las ventajas que el acta de diputado les pudiese comportar. O Unificación Comunista de España, que se define en su web como "un partido que se basa en los principios de la teoría de Marx, Lenin y Mao Tse-Tung, que son nuestra guía para la acción". Se incorpora también Republicanos, aunque sin lugar a dudas la aparición más notable en las listas electorales sería la de Equo, el partido verde liderado por el ex director de Greenpeace, Juan José López de Uralde, que ha aglutinado a ecologistas y ciudadanos hasta lograr en sólo unos días los avales necesarios en la provincia.

A ellos se suman otros minoritarios que sí han tenido presencia anterior en las papeletas electorales en Huelva, como UPyD, Democracia Nacional o Por un mundo más justo, así como el Partido Animalista contra el Maltrato Animal. Junto a los grandes, PSOE, PP e IU, además de PA, suman esas 13 listas al Congreso. En el caso del Senado, los mismos nombres salvo el Partido Comunista de los Pueblos de España y Republicanos.

Ahora queda un arduo trabajo para el Instituto Nacional de Estadística y la Junta Electoral Provincial. En sólo 24 horas desde la presentación de las candidaturas, el INE habrá cotejado los datos de todos los avales presentados por los partidos. Las posibilidades de fallos son muchas: desde candidaturas que no hayan presentado todos los avales necesarios a personas que hayan apoyado a más de una candidatura, nombres falsos (aunque no puedan ser imputables a los partidos, que han podido recoger firmas de buena fe en la calle) o algún menor de edad. Eso aparte del trabajo que tendrá que hacer la Junta Electoral Provincial para comprobar que las candidaturas cumplen otros requisitos como la normativa de paridad, en la que puede haber fallos.

Mañana se comunicarán las posibles irregularidades a los partidos, que tendrán dos días para corregir posibles errores, y se proclamarán las listas el próximo lunes. Ese día se definirá del todo el mapa electoral de la provincia de cara al 20-N.