El cierre cautelar del vertedero de Nerva no afecta sólo a esta instalación industrial, sino que tiene consecuencias para las empresas del Polo Químico. Esa fue la alerta que lanzó ayer la Asociación de Industrias Químicas y Básicas de Huelva (AIQB), que urgió una solución a la situación actual de cierre del depósito de residuos, "que, en caso de prolongarse, pondría en serias dificultades a buena parte del sector industrial de la provincia". La Junta de Andalucía decretó el cierre temporal del vertedero mientras se investigan las causas del incendio ocurrido el pasado día 12 en uno de los vasos, durante un plazo inicial de 15 días que culmina el próximo miércoles.

Como representante de 13 entidades, la AIQB ha mantenido contactos con autoridades provinciales para transmitir esta preocupación, "que a día de hoy es ya una amenaza cierta", ya que no tendrían donde depositar los residuos que continuamente generan en su proceso de producción. La Asociación pide a las partes implicadas "una gestión rápida y eficaz del problema, para evitar males mayores a un sector que ha realizado un gran esfuerzo para superar la crisis de los dos últimos años, y que se vería abocado a un nuevo retroceso justo cuando empieza a verse la salida del túnel". Las industrias registraron una fuerte caída del valor de la producción en el año 2009, de un 30%; tras ese año negro, en 2010 iniciaron la senda de la recuperación logrando de nuevo un valor récord de la producción gracias al alza de precios y la ampliación de la refinería La Rábida.

Las industrias señalan "la dificultad de encontrar a corto plazo alternativas para el depósito y almacenamiento de los residuos generados". Por ello consideran "imprescindible" -no solo para las empresas asociadas a la AIQB- que la instalación de la compañía Befesa en Nerva reanude cuanto antes su actividad.

La patronal de las químicas quiso transmitir también a la opinión pública "que este tipo de instalaciones juega un papel fundamental en el tratamiento de residuos en las sociedades desarrolladas, suponen una solución medioambiental suficientemente contrastada y cumplen una función sin la que sería imposible la elaboración de numerosos productos básicos para la calidad de vida".

AIQB apeló a la responsabilidad de la empresa "para que aporte todas las garantías necesarias para el buen funcionamiento de la instalación" y confió en que la Administración "resuelva con celeridad este asunto, para que el sector industrial andaluz pueda cumplir con lo establecido en la legislación vigente en lo que a la gestión de residuos se refiere".