En los últimos meses se han producido una serie de contactos entre empresarios locales y la Gerencia Municipal de Urbanismo, que próximamente se materializarán en una operación para la puesta en valor del antiguo cuartel de Santa Fe, céntrico edificio que data de 1900.

Carcomido por el tiempo y el vandalismo, el caserón que diseñó Manuel Pérez González lleva cerrado a cal y canto desde que en 2005 la Policía Nacional se trasladara a la nueva Comisaría y este patrimonio pasara a manos de la ciudad. Según confirmaron a este periódico desde el Consistorio, la previsión municipal es sacar a concurso antes de final de año una concesión administrativa para delegar en el sector privado la rehabilitación integral del edificio y su acondicionamiento y explotación como centro cultural y de ocio.

Tanto el presupuesto base como la vigencia del contrato están por determinar, aunque, como indicaron desde el Ayuntamiento, este tipo de concesiones suele hacerse por un periodo de 30 años. A falta de actualizar los datos, la última referencia que hicieron desde Urbanismo al coste de esta operación rondaba los 4 millones de euros (2 para la restauración del inmueble; 2 para su equipamiento).

Aseguran los mandatarios municipales que "ya hay inversores interesados" en tomar las riendas de esta emblemática actuación. La premisa inicial -como ya perfiló el equipo del alcalde esta primavera en la campaña electoral- es recuperar este icono del patrimonio onubense y, al mismo tiempo, ofrecer salas de exposiciones y dotaciones de ocio para los jóvenes. Sobre esta base se tabularán una serie de parámetros, pero el Ayuntamiento se muestra "abierto a las propuestas que se hagan" en el marco de esta licitación.

El amago de los munícipes para rehabilitar el cuartel de Santa Fe buscando un convenio con la Fundación Cajasol se incubó todavía en época de bonanza, hace unos cinco años, y las vinculaciones políticas ya auguraban la alianza a un camino tortuoso que fácilmente terminaría en vía muerta. Tampoco prosperaron negociaciones con otras entidades y la crisis corrió después su propia cortina para aparcar el asunto. Desde 2006 existía un proyecto diseñado por el técnico municipal José Hernández, para restaurar el edificio como centro de arte contemporáneo, con sala de conciertos en el sótano abovedado y biblioteca. Bocetos que alguna vez han servido de arma arrojadiza en el salón de Plenos del Ayuntamiento, pero que han quedado guardados en un cajón. Las iniciativas que más recientemente han recalado en Urbanismo reabren las perspectivas para el rescate del viejo cuartel. A las puramente empresariales se suman las ciudadanas, ya que la Asociación de Vecinos de San Pedro y San Sebastián de Huelva, por su parte, ha llevado al regidor Pedro Rodríguez su propuesta para convertir el inmueble en el centro social de un distrito que no cuenta con este tipo de dotaciones de carácter municipal para la realización de actividades como los talleres de Cultura en los barrios.

Enfila, así, una nueva ruta uno de los muchos frentes abiertos que tiene la ciudad en materia de patrimonio, mientras prosiguen los trabajos desde la Junta de Andalucía para rehabilitar el Banco de España de la Plaza de las Monjas como museo dedicado a la cultura iberoamericana; o el rescate de la antigua sede de Hacienda, junto al Ayuntamiento, para oficinas de la Administración autonómica. Otra herencia arquitectónica pendiente de recuperación es la vieja prisión provincial de Isla Chica; o, entre otros, el Colegio San José de Calasanz o Colegio de Ferroviarios, que tuvo un amago de restauración. El testigo de todas estas asignaturas pendientes lo cogerá la estación de trenes de la Avenida de Italia, que tendrá que reciclarse si llega a Huelva la quimera del AVE y la proyectada estación de Rafael de La-Hoz.