España

Urdangarín asegura que Torres sacaba dinero del Instituto Nóos en su nombre

  • El duque de Palma declaró que la esposa de su ex socio retiró 147.000 euros con una chequera con las iniciales I. U. Dice también que la Infanta y el Rey no sabían de su reunión con Matas en Marivent.

El duque de Palma, Iñaki Urdangarín, ex presidente del Instituto Nóos entre los años 2004 y 2006 le aseguró al empresario Miguel Zorío, imputado también en el caso Nóos de presunta malversación de fondos públicos, que su socio Diego Torres le estaba "robando". Diego Torres fue el socio de Urdangarín en el referido instituto y su mujer, Ana María Tejeiro, era la responsable del área jurídico fiscal de esta fundación sin ánimo de lucro. Según consta en la declaración de Urdangarín ante el juez instructor de esta causa, José Castro, Tejeiro retiró 147.000 euros del Instituto Nóos firmando cheques de una chequera en la que figuraba las iniciales I.U., en alusión a Iñaki Urdangarín.

En la conversación que mantuvo en su día con Zorío, el duque de Palma aseveró: "Me está robando", una frase que ha ratificado Urdangarín en su declaración, en respuesta a preguntas del fiscal Pedro Horrach. A su vez, el fiscal se ha referido a Zoiro en estos términos: "A uno bueno se lo dijo, que facturó medio millón de euros contra el Instituto Nóos por servicios no prestados". Miguel Zorío es dueño de Lobby Comunicación y trabajó con asiduidad con Urdangarín y Torres a partir de 2004, cuando llevó la prensa del Valencia Summit, una cumbre deportiva que realizó Nóos para el Gobierno valenciano y que está siendo investigada.

Urdangarín ha insistido en que su función en el Instituto Nóos era llevar las "relaciones institucionales a gran nivel y diseñar los planes comerciales, pero no el tema de la facturación". De los asuntos contables, el duque de Palma ha afirmado que se encargaba Marco Antonio Tejeiro y que, su vez, recibía órdenes de Diego Torres, que presidió el instituto a partir del año 2006, cuando lo abandonó Urdangarín a instancias de la Casa Real. Ha subrayado en numerosas ocasiones que desconocía los detalles del día a día de la gestión del instituto y de otras empresas relacionadas que están bajo sospecha.

En esta línea, el marido de la infanta Cristina ha negado conocer las sociedades radicadas en Belice y Londres investigadas por el juez y por la Fiscalía Anticorrupción por si fueron empleadas para desviar fondos públicos y ocultarlos al fisco. También ha afirmado no saber nada sobre unas cuentas supuestamente abiertas en Luxemburgo por la trama empresarial investigada y ha negado conocer a Salvador Trinchet, imputado como presunto responsable de la red de sociedades internacionales en torno a Nóos. También ha negado, durante sus respuestas al fiscal, que disponga de una cuenta bancaria en Suiza, sobre la que se le inquirió en relación a la mediación que realizó para poner en contacto a un empresario libanés con Aguas de Valencia.

Asimismo, el duque de Palma aseguró también en su comparecencia ante el juez del caso Palma Arena que no dio cuenta ni "a su esposa ni a su suegro" de la reunión que mantuvo en el palacio de Marivent con Jaume Matas para hablar de negocios privados. Urdangarín ha reconocido que en los jardines de Marivent "se produjo una conversación con el señor Matas" en relación con sus "negocios privados". "Se trataba de jugar al pádel y le pareció oportuno hacerlo en Marivent", ha dicho el duque, quien añadió que "no dio cuenta de esta reunión a su esposa ni a su suegro".

Relación con Diego Torres

A la pregunta de por qué la Casa Real le recomendó apartarse de sus negocios con Diego Torres, Urdangarín ha contestado que fue "a raíz de unas publicaciones en prensa sobre ciertas contrataciones públicas". Entonces la Casa Real puso a su disposición un asesor que fue quien le hizo "las concretas recomendaciones sin que se le explicara ni el pidiera el por qué debía de apartarse del señor Torres". En este sentido, ha dicho que confió en el criterio de José Manuel Romero, asesor legal externo de la Casa del Rey. Sobre las razones para apartarse de Torres, ha dicho que "parece ser que no se veían bien asociaciones permanentes" con su ex socios en las que "estaban además involucrados los cuñados" y familiares de éste.

Ha asegurado que su relación con su ex socio es "inexistente" desde julio de 2008, por "disparidad de criterios" sobre proyectos compartidos y sus facturaciones, que hacían que el duque de Palma estuviera insatisfecho. En concreto, Urdangarín, que en otros momentos de la declaración ha alabado a Torres por su profesionalidad y le ha calificado de "buen maestro", ha atribuido su ruptura a que "tenía la sensación de que las cuentas no eran transparentes, pero no lo denunció porque decidió acometer otros proyectos, pero además tampoco tenía las evidencias legales que posibilitaran el denunciarlo".

La infanta Cristina y Aizoon

Por otro lado, Urdangarín ha explicado que la infanta Cristina "no desempeñaba ninguna labor" en Aizoon, la empresa patrimonial que compartía con su esposa, que "su esposa acudía a las juntas y los asesores le presentarían las actas para la firma". En este sentido, ha dicho ignorar si su esposa ha firmado o no las cuentas anuales de la empresa y que si hubiera estado obligada a firmarlas las habría firmado. Ha asumido toda la responsabilidad de la gestión de esta sociedad e igualmente ha defendido que hizo socios de su sociedad Namasté 97 a sus dos hijos mayores y a la infanta Cristina porque quería tener una empresa familiar cuyos ingresos fueran en un futuro para sus hijos, aunque ha subrayado que la entidad no tuvo ninguna relación comercial con las sociedades investigadas.

Ha relatado en su declaración, que duró 21 horas, que en su casa de Barcelona había una planta dedicada a oficinas de Aizoon y que los gastos de remodelación de esta planta se cargaron a esta empresa y los del resto de la casa los abonó "de su peculio personal". Sobre por qué el arquitecto presupuestó una remodelación global sin hacer distinciones sobre lo que era vivienda y lo que era oficina, el duque de Palma ha contestado que eso era "cuestión del arquitecto" y que las oficinas de Aizoon ocupaban unos 250 metros. Ha reconocido que en la remodelación de las oficinas se gastaron 439.000 euros porque "fue una obra de remodelación muy pesada".

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