Elecciones

El 'sorpasso' se queda en la capital

  • La provincia se tiñe una vez más de rojo y lleva a la onubense a ser una de la tres únicas españolas en las que gana el PSOE. La campaña del PP hace mella en la ciudad, donde vencen los populares.

 El sorpasso no llegó a la provincia de Huelva, que sigue haciendo gala de sus inquebrantables raíces socialistas, aunque sí a la capital y lo hizo de la forma que ninguna encuesta, porra o estadística avanzaba antes del 26-J, ni tampoco ningún sondeo lo hiciera durante la jornada de ayer. La provincia se tiñe (una vez más) de rojo, aunque con una caída significativa en el número de votos (10.307 con el 97,31% de escrutinio), frente al aumento del PP (5.177), el desplome de la alianza Unidos Podemos (con 12.353 votos menos) y el desgaste de Ciudadanos (cede en el camino de los últimos seis meses 2.941papeletas). A primera vista el 26-J deja resultados calcados numéricamente a los del 20-D en cuanto a la elección de los cinco diputados nacionales que representarán a la provincia en las Cortes Generales: 2-2-1 para  PSOE, PP y Unidos Podemos, pero los mensajes, ahora, son bien diferentes.

Huelva elevó la voz para volver a decir que es una de las tres provincias españolas en las que más porcentaje de votos se lleva el PSOE y le lleva a vencer frente a cualquier otro partido porque para algo es feudo socialista, independientemente de lo que ocurra en Madrid o en el resto de Andalucía y también al margen de la campaña su partido haga. El PSOE se alzó ayer con el 35,81% de las papeletas  (1 punto por debajo de las que obtuvo en diciembre), mientras que los populares recuperan confianza y reúnen el 33,35% de los votos (más de cinco puntos por encima de lo que alcanzaron el 20-D).  Y lo más llamativo: la coalición liderada por Podemos sólo es capaz de mantener el 16,29% del respaldo en la provincia (casi tres puntos menos). 

 

 Según el guión previsto, los diputados electos al Congreso por la provincia de Huelva son José Juan Díaz Trillo, Josefa Inmaculada González Bayo por el PSOE; Fátima Báñez, Carmelo Romero por el PP, e Isabel Franco por Unidos Podemos. Los mismos que en diciembre.

 

En los resultados hay que tener en cuenta los índices de participación (del 66,13% de diciembre se pasa al 64%), que evidencian la desidia de los ciudadanos. Pero sobre todo, la campaña que ha realizado el PP y la ausencia de ella por parte del PSOE. Mientras los populares mantenían el cuartel un día tras otro con primeras figuras en una caravana que ha cruzado la provincia de Norte a Sur y de Este a Oeste, los socialistas prefirieron hacer partido y pasar de puntillas por una campaña que ha sido pesada e inapetente. Eso no ha calado en el conjunto de la provincia, pero sí en algunos municipios y, sobre todo, en la capital, donde se lanza una misiva al partido que en diciembre logró que la onubense fuera la única de España en la que el PSOE ganaba las elecciones, aumentando incluso en 700 votos respecto a las municipales de mayo, en las que arrebataron la Alcaldía al PP. Ayer se recuperaban los votos populares y se mandaba un aviso al Alcalde, que a partir de hoy sabe que gobierna una ciudad que ha dado un tirón de orejas a su partido. 

 

Ese vuelco que nadie esperaba en la capital se dejaba ver en las estadísticas poco después de que comenzase el escrutinio. El recuento empezaba a avanzar poco después de las nueve de la noche (para esperar el cierre de las urnas en Canarias) y media hora después, con el 72% de recuento ya se adelantaba el PP. Se mantuvo a la cabeza hasta que a las 22:45 se alcanzaba el 100% del recuento, que daba 23.987 votos a los populares, casi tres mil más (2.797) que hace seis meses. El PSOE se quedaba como segunda fuerza, casi con el mismo apoyo que en los anteriores comicios (20.875 frente a 21.387). La debacle llegaba de la mano de Unidos Podemos al dejar más de 4.000 votos ( logra 13.667 frente a los 17.682). Y ahí también ha tenido mucho que ver el PP, con una campaña directa para evitar el voto podemista  en base a la petición de un voto útil contra la alianza de Podemos e IU. 

 

El giro de la capital también se dejó ver en Ayamonte, un tradicional del PSOE, gracias al trabajo que ha venido haciendo su alcalde popular. Cartaya también cambia después de trasvasar el apoyo de Pedro Sánchez a Mariano Rajoy. El apoyo a la formación de la gaviota sorprendió en municipios con las alcaldías en manos socialistas como Punta Umbría, Moguer y Lucena del Puerto.

 

Con todo, los del puño y la rosa vuelven a llevarse la victoria tras ganar en 68 de los 79 municipios.  Sí, pero con el menor número de votos obtenido desde los inicios de la democracia: sólo en 1977 y 1979 quedaron por debajo del umbral de las 100.000 papeletas en unas elecciones generales. Ayer lograron menos de 88.000, marcando un nuevo suelo en esta segunda transición política que abre paso a la negociación.

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