Historia

La Asociación Cultural Lieva rescata la memoria del Club Cachonero

La Asociación Cultural Lieva lanza el segundo número de la revista Rumor de Aguas, dedicada al Club Deportivo Cachonero, una entidad simbólica de Galaroza, a la que estuvieron vinculados gran parte de los cachoneros en uno u otro momento histórico.

El trabajo ha sido elaborado por Raúl Romero y va acompañado por una completa colección de fotografías antiguas recopilada por José Luis Lobo, cuya familia ha dado muchos ratos de gloria a este antiguo club de fútbol.

El relato abarca toda la historia del equipo, desde la inauguración del campo de fútbol El Rebollar, el 24 de julio de 1935, tal y como recoge el extinto diario La Provincia. Desde aquel día hasta su total desaparición a principios de los años 90 del siglo pasado, el club ha pasado por distintas etapas.

En su estudio, Romero destaca la década de los 40, donde emerge la figura de Luis Martín, siempre presente en el futuro del club, y especialmente la de los 60, en la que el equipo fue prácticamente imbatible. Nombres como Zamorita, Perla, Bala, la familia Lobo, Bustos, Chocolate o los hermanos Liz, de los cuales el mayor llegó a ser internacional con la selección española absoluta, pasearon por la zona y otros lugares limítrofes un estilo de juego y una nómina de resultados realmente envidiables. Ningún otro pueblo conseguía vencerle y los más potentes de la época se peleaban por contar con los servicios de los jugadores cachoneros.

El principal hándicap en la historia del club fue la imposibilidad de federarse y jugar competiciones oficiales por falta de recursos económicos y materiales. Por ejemplo, las reducidas dimensiones de su campo de juego o la inexistencia de vestuarios en condiciones, frustraron los numerosos intentos por ingresar en las instituciones territoriales de fútbol.

Junto a ello, la pugna con los toros como afición señera entre los cachoneros también resultó perjudicial para la consolidación del fútbol en la población. Debido al auge del gusto por aquella actividad, en 1951 se construyó una plaza de toros en pleno campo de fútbol, por lo que ambas manifestaciones coexistieron en el mismo lugar, derribándose posteriormente parte de la plaza para ampliar definitivamente El Rebollar.

El futuro del fútbol en Galaroza pasa en estos momentos por la modalidad del fútbol sala, ya que el Club Deportivo Galaroza F.S. ha conseguido llegar muy lejos en diversas competiciones oficiales provinciales, lo cual hace albergar esperanzas de su continuidad en la élite durante varios años más.

Para complementar la publicación se ha inaugurado una exposición en el Círculo Cultural Recreativo donde se muestran fotografías de diversas equipaciones del club, junto a su escudo original, documentos y recortes de prensa.

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