Álvaro Robles Martínez (Huelva, 29 de abril de 1991) está llamado a darle muchos días de gloria al deporte onubense. Es la gran apuesta de la Federación Española para conseguir que un español brille a nivel mundial en el tenis de mesa. Su currículum y su progresión invitan al optimismo.

En su palmarés destacan un campeonato de España infantil, dos juvenil y uno cadete (en todas las categorías, menos en la absoluta), dos Torneos Estatales (que juegan los 36 mejores de España, y de ahí se hace una selección de los 12 primeros, ganando tres de ellos. Fuera de España tiene un 2º y un 3º puesto en el Open de Portugal, que le abrió las puertas de la selección absoluta, ya que hacía mucho tiempo que los juveniles españoles no lograban resultados importantes a nivel internacional. Se trata de todo un campeón en ciernes que tiene entre sus metas ser olímpico en Londres 2012. -¿Cuándo empieza su relación con el tenis de mesa?

-Hasta los ocho años jugaba al fútbol, pero mi hermano Adrián llevaba un año en el tenis de mesa y me fue metiendo el gusanillo; al principio compaginaba ambos deportes, hasta que pasado un año me decidí. En Huelva he estado hasta 2006, siempre en el Club Hispanidad, aprendiendo de Leopoldo Mata y de mi hermano Adrián, que es jugador y entrenador. De Huelva pasé al Priego de Córdoba, donde he estado tres años en los que he despuntado y me he profesionalizado, logrando varios títulos y dando un salto importante; en Córdoba conocí a Luis Calvo, entrenador, un hombre que ha apostado fuerte por mi. Este año estoy cedido en un club catalán, el Bombons Blasi Olesa, con el que juego en la máxima categoría nacional.

-Su padre, Guillermo, es un gran aficionado al deporte, pero le gustan más los de aventura.

-Él siempre me ha educado en el deporte, le ha gustado mucho el ciclismo, el tenis, las motos... ahora está en Argentina siguiendo el Dakar. Los deportes de riesgo también me llaman la atención, pero lo veo como una afición de futuro, para cuando sea más mayor. También tengo una hermana, Lara, pero no le tira mucho el deporte. A Adrián, sí le gusta mucho el tenis de mesa (es jugador y entrenador); es fisioterapeuta y me ha tratado varias veces. Cuando tenía unos 8 años me rompí el fémur jugando al fútbol y me tuvieron que operar; quedé bien, pero el año pasado tuve que ir al podólogo Manuel Pereira, porque tenía dolores en la rodilla; me hizo unas plantillas y me solucionó el problema.

-¿En qué momento decide dedicarse de lleno a este deporte?

-El año pasado; vi que era muy complicado compaginar estudios y deporte, porque estaba constantemente viajando, entrenando... me costaba aprobar los estudios y aposté por entrenar duro mañana y tarde e intentar ser profesional para llegar a la elite.

-¿Cuánto entrena a la semana?

-Normalmente empiezo a las 10:30 hasta las 13:00, y por la tarde desde las 17:00 hasta las 20:30, incluyendo entrenamientos, preparación física, etc. Ahora estoy viviendo en un piso con un chino y un rumano, compañeros de equipo, y eso es otra responsabilidad más, porque antes estaba en una residencia donde todo era más cómodo. Confían más en mi, soy más independiente, pero también tengo más responsabilidad, y todo eso implica una disciplina en el día a día.

-¿Qué puesto ocupa en el ranking nacional?

-Soy el número uno en la categoría juvenil, pero ya acabo y ahora paso a sub 23, en la que estaría entre los 6 primeros; y digo estaría porque antes existía la sub 21 y ahora se ha creado esta sub 23, y de momento no se ha jugado ningún torneo, no hay ranking... El salto es grande.

-La Federación Española ha apostado fuerte por Álvaro Robles de cara a los Juegos Olímpicos de Londres 2012.

-El año pasado ya contaron conmigo para subirme a la absoluta, eso es un regalo, un premio, porque hay jugadores en España que tienen más nivel que yo, pero han confiando en mi por la progresión que estoy teniendo. ¿Londres? Quedan dos años y medio; está difícil, pero lo voy a intentar, aunque tampoco es una obsesión.

-¿A qué edad llega alcanza su máximo rendimiento un jugador de tenis de mesa?

-Por lo que me comentan algunos compañeros y otros jugadores, sobre los 26 años; en teoría es el mejor momento.

- Defínase como jugador?

-Suelo jugar con mucho efecto, con un buen saque para llevar la iniciativa y poder atacar; soy zurdo, con un juego más bien ofensivo, basado en una gran derecha complementándola con un revés sólido, que voy mejorando poco a poco; mi defecto es que no juego muy bien a la contra, pero me considero completo.

-¿Qué ventajas e inconvenientes tiene el tenis de mesa a este nivel?

-Para mi es una gran satisfacción ir mejorando día a día, ver los progresos... y por supuesto conseguir títulos, aunque es cierto que el sacrificio es grande, porque estás lejos de casa, apenas tienes tiempo libre, ves poco a la familia, los amigos, los fines de semana tienes competición... Hay muchos desplazamientos y eso cansa, los entrenamientos son a un ritmo muy fuerte... pero por mi carácter, no soy nada conformista y busco siempre la superación, para ser más competitivo.

-¿Qué metas e ilusiones tiene a nivel deportivo?

-El primero, ir a unos Juegos Olímpicos, un reto muy grande que consiguió hace dos años un buen amigo mío, el madrileño Alfredo Carnero. También me gustaría hacer un buen papel en un Campeonato de Europa o del Mundo, que sería entrar en cuartos de final; y a largo plazo, quiero entrar entre los 100 mejores del mundo, pero hay que ir paso a paso, porque me queda mucho camino por recorrer. Un último reto es ser campeón de España absoluto, porque ya lo he sido en las demás categorías.

-¿Cuáles son sus próximos compromisos?

-Tengo en mente el Campeonato de España absoluto, que empieza el 11 de enero en Antequera (Málaga); será difícil conseguir una medalla, porque hay un grupo de unos seis muy buenos y tendría que ganar a dos de ellos, pero si tengo un buen día se puede lograr. En la Liga, mi equipo lucha por no descender, jugamos con dos nacionales y un extranjero, cuando en la mayoría de los clubes es al revés; confío en que mejoremos en la segunda vuelta y mantengamos la categoría.

-La primera potencia es China; luego están otros países asiáticos como Japón, Corea o China Taipei y en Europa, Alemania está en la elite mundial, y un poco más abajo están Francia y Rusia; luego hay un grupo de varios países entre los que está España, que podría estar en el ranking entre la 5ª y la 15ª, luchando en igualdad de condiciones con ese segundo grupo. Este año España ha logrado la mejor clasificación de su historia en un Europeo, creo que ha sido 10ª en Stuttgart (Alemania).

-¿En España se puede vivir del tenis de mesa?

-No creo que haya más de dos o tres jugadores que se lo puedan permitir, porque están por encima del resto; tienes que ser un nº 1, como Carlos Machado. A mi me gustaría, pero tampoco quiero abandonar los estudios, por eso estoy haciendo un módulo de atención sanitaria; cuando me retire me gustaría trabajar con algo relacionado con el INEF.

-Nació en China en 1962, pero lleva muchos aquí (llegó a España en 1990 para jugar en La General de Granada y en 2002 obtuvo la nacionalidad), y trajo un nivel que no había en este país y que nos ha permitido progresar, además de la cultura y la forma de trabajar (el tenis de mesa) que tenía en China. Después de tantos años, y pese a su edad, se encuentra en una primera categoría mundial, entre los 15 mejores del mundo y los 10 de Europa, algo que hace años era impensable en España. Este año he jugado por primera vez contra él, me ganó con facilidad y me di cuenta de lo bueno que es como jugador. Te hace ver todas las cosas que tienes que mejorar.

-Mi compañero Carlos Machado; él ha entrado entre los 100 primeros del mundo y ese es uno de mis objetivos para el futuro; además, ha sido el primer español en conseguirlo, aparte de Juanito. Me ha enseñado mucho, me da consejos, ánimos, y gracias a él he visto que con trabajo se puede conseguir todo.