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El Barcelona, mismo fútbol y sensaciones diferentes

A diferencia de otros cursos, el actual Barcelona sigue siendo un equipo con mucho fútbol y unos recursos ofensivos descomunales, aunque ya no tiene el control de la situación de antaño.

Los números de los de Luis Enrique demuestran esta tendencia. Los azulgrana, después de nueve partidos, suman 19 puntos y se han dejado ocho por el camino. Tres por las derrotas ante Alavés y Celta y dos por el empate cedido en casa ante el Atlético. Pero más allá de la estadística están las sensaciones. A los rivales les cuesta mucho menos llegar a la meta azulgrana, disponen de más ocasiones y la línea de presión, que normalmente se inicia en la delantera, es superada con más facilidad.

El desequilibrio que ofrece la delantera en ataque no está en consonancia con el trabajo defensivo y por consiguiente la media tiene problemas para equilibrar el equipo y ese problema se traslada a la defensa en un efecto dominó. La línea de centrocampistas sufre. Busquets, pese a su buen tono, no tiene la regularidad que ofrecía no hace tanto por lo que Rakitic tiene que multiplicarse y ofrecer soluciones en la presión para liberar a Iniesta, cuya ausencia a partir de ahora puede ser determinante.

La defensa ha sido blanco de las lesiones y de otras circunstancias. Se lesionó Sergi Roberto, Aleix Vidal no cuenta, y la pareja de centrales (Piqué y Umtiti) ha sido de lo más destacado, Ahora, a la baja de Piqué hay que sumarle la de Jordi Alba y particularmene, por su duración, la de Iniesta, por lo que las lesiones y el futuro calendario son ahora las grandes preocupaciones para Luis Enrique.

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