RECREATIVO

Tranquilo en la tormenta

  • Alejandro Ceballos insiste en restarle trascendencia al duelo de mañana y niega nerviosismo por su futuro El técnico asume que la tensión externa lo acompañará mientras dirija al Recre

Se aleja de lo que parece inevitable. Los mensajes son claros. Apela a una paz difícil en un banquillo cuestionado. Alejandro Ceballos no quiere hablar de finales, ultimátum o duelos clave. Se aísla de cuanto rodea una semana tensa en el Recreativo con su cabeza en el centro de la diana. Sabe que la intranquilidad lo acompañará en el banquillo porque "se ha estado, se estaba y se estará" hablando de su futuro. El de Gines comprende el revuelo mediático ya que "tenéis que hablar y escribir y hay opiniones de todo tipo y recibo también mensajes de apoyo". Para descargar tensión recuerda que "mis finales son las que me jugué en Valencia hace tres años (ascenso con el San Roque) o la que me jugué contra el Linares en mayo (permanencia del Recre)". En cambio, la visita al Arcángel "son tres puntos tan importantes como los de cualquier otro partido".

Le preocupa que la tensión alrededor de su figura afecte a la plantilla. El choque contra el Córdoba B "no es una final ni para mí ni para el grupo. El lunes comencé a trabajar así y pensando sólo en el Córdoba B". Incluso planteó el peor de los escenarios posibles sin drama. "¿Podemos perder? Claro, lo hace hasta Guardiola que es el número uno". Por ello, "estoy de lunes a sábado trabajando con la máxima tranquilidad e ilusión porque tengo el mejor equipo para luchar una semana más como cualquier otra".

A Ceballos no le preocupa todo lo dicho o escrito durante la semana. El preparador albiazul muestra su "respeto", pero sostiene que "si estuviera un poco inquieto o disgustado habría tomado decisiones y no hemos cerrado la puerta ni un día de la semana".

En su comparecencia semanal desveló una charla con el presidente Manolo Zambrano. Todavía no mantuvo el esperado encuentro con el consejo de administración, pero "estuve con Manolo el mismo lunes ni pasadas 24 horas del partido y ojalá venga siempre que pueda. Somos dos personas de fútbol y nos entendimos".

La derrota frente al Linares hizo mucho daño. El técnico albiazul insiste en que "hasta el primer gol de ellos estuvimos muy metidos en el partido. El 0-1 nos dolió mucho porque vino de tres errores nuestros. Supimos reponernos y el primer cambio nos vino bien porque nos activó por las bandas. De haber empatado sabe Dios lo que habría pasado".

Aprovechó para romper una lanza a favor de Bonaque. El central onubense falló en dos tantos de los jiennenses. El defensor ha sido "el más regular que hemos tenido. Se lo dije el lunes delante de todos los compañeros. El domingo en Córdoba jugarán Bonaque y diez más. Me equivoco mil millones de veces y no voy a culparlo por un error humano".

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