Tiene contrato, es un jugador importante y nadie en el Recre prescindiría de él, pero las circunstancias imponen una realidad diferente. Aunque Toledano asume que tendrá que retener a alguno de los descartes si no se resuelve la suspensión de los derechos federativos antes del inicio de la temporada, Dani Molina tiene la conformidad de la dirección deportiva para marcharse al Celta, con el que el Decano pactó un acuerdo. Sin embargo, Pablo Comas se niega a aceptar de momento y el futuro del onubense está en el aire.

La temporada pasada ya se frustró su salida por la negativa de Comas a aceptar su traspaso por menos de un millón de euros, lo que bloqueó cualquier posibilidad. Ahora el consejero delegado albiazul no acepta el acuerdo pactado por la dirección deportiva recreativista. Con el compromiso existente el Recre recibiría una cantidad económica que aliviaría las urgencias, se reservaría un porcentaje, además de una serie de primas por su rendimiento y objetivos, y dos cesiones que le permitirían acceder a jugadores de la cantera viguesa o descartes gallegos.

Dani Molina es la gran perla de la cantera albiazul y tiene un año más de contrato, pero en el Recre entienden que la propuesta gallega es positiva por el alivio deportivo que pueden suponer las cesiones y la inyección económica directa, más los beneficios a largo plazo. En caso de no cerrar su salida ahora en el Decano entienden que el jugador se marchará gratis al finalizar la próxima temporada ya que lleva dos años con propuestas de filiales de primer nivel.