ciclismo 3 tour de francia

Del Monte Kenia al sueño en París

  • Froome, el chico que empezó a pedalear en Nairobi, vuelve a conquistar la ronda gala con el deseo de marcar una época En 2010 aterrizó en el Sky, donde pasó de gregario a líder

Christopher Froome (Nairobi, 20-05-1985), El hombre tranquilo que aprendió de niño que la bicicleta era un elemento de libertad dando paseos por el Monte Kenia, acaba de coronar el podio de París por tercera vez, una cifra que lo coloca en la historia junto al belga Philippe Thys, el francés Louison Bobet y el estadounidense Greg Lemond. Una victoria contundente del africano blanco, el mismo que hace tres años asumió los galones del Sky, heredados de sir Bradley Wiggins, un ex compañero que lo privó del triunfo en 2012 impidiendo entonces su despegue.

Froome empezó a montar en la bicicleta de hierro que le cedió el mayor de sus dos hermanos. Daba paseos por la sabana keniana, a veces entre manadas de animales salvajes, algo que hubiera espantado a cualquiera. No fue el caso de Christopher, hijo de una fisioterapeuta y de un operador turístico que organizaba safaris. En Sudáfrica, donde fue trasladado su padre, nació su pasión por la bici y se alistó en su primer club. Antes de ser adolescente en aquel país fue niño en Kenia, en el África negra. Pertenece a una familia inglesa originaria de Brighton y vivió junto a sus tres hermanos en la capital keniana hasta los 14 años.

La vida al aire libre le marcó su empatía con el continente negro, a pesar de algún susto "de muerte". Un árbol le salvó de vérselas cara a cara con un hipopótamo. Y la salud lo avisó con la bilharza, una enfermedad derivada de un parásito que de vez en cuando aparece para restar glóbulos rojos. En el colegio Saint John de Johannesburgo adquirió acento de Oxford y modales de gentleman, y aprendió a vivir apartado de la familia. Allí estudió economía, pero a un año de la licenciatura dejó de estudiar cuando el ciclismo profesional llamó a su puerta.

El descubrimiento de Froome tuvo lugar en la Vuelta a España 2011. Fue como gregario de Wiggins y acabó segundo, por delante de su jefe de filas y por detrás del español Juanjo Cobo. No ganó la Vuelta por 13 segundos, el tiempo que perdió por esperar a Wiggins camino de los altos de Manzaneda y La Farrapona. En 2012 Froome no se llevó el Tour por los mismos motivos por los que no ganó la Vuelta. Aquellas escenas en los puertos de Galicia y Asturias se trasladaron a los Alpes, a la Toussuire y a Peyragudes, donde tiró de freno para no soltar de rueda a Wiggins, imperial solamente en la lucha contra el cronómetro. Toda una declaración de obediencia y fidelidad a la empresa Sky, aunque "resulte un poco frustrante", dijo.

Su sueño de joven se aplazó a 2013. Finalizó de amarillo en París tras dominar de principio a fin. Ganó tres etapas, la primera de los Pirineos, en el Mont Ventoux y la crono de los Alpes. Sobre su origen, Froome siempre ha declarado que se siente "ciudadano del mundo", aunque más próximo a África, donde piensa volver cuando se retire del ciclismo, con la idea de montar una escuela en Kenia.

El primer técnico que reparó en sus aptitudes fue el italiano Claudio Corti, quien le vio "detalles especiales" en la Vuelta a Ciudad del Cabo 2007. "Lo vi ágil, potente y los favoritos no lo dejaron de rueda en la subida final", recuerda. En 2007 Froome se instaló en Italia cuando corría con el Konica, una modesta formación de categoría continental. Se instaló cerca de Bérgamo, ya que su novia vivía en Milán y por tren la podía ir a ver.

Cuando cortó la relación tuvo una cosa muy clara: tocaba centrarse en su carrera ciclista. Aquel año ganó el Giro de las Regiones y una etapa en la Vuelta a Japón. En 2008 obtuvo la nacionalidad británica y fichó por el Barloworld, que lo llevó al Tour. Acabó en el puesto 84. Los técnicos británicos ya confiaban en Froome y lo seleccionaron para competir con Gran Bretaña en los Campeonatos del Mundo celebrados en Varese. Con los mismo colores corrió el Giro en 2009 (trigésimo sexto) y en 2010 se retiró de la ronda transalpina por una tendinitis en una rodilla. En 2010 Froome aterrizó en el Sky. Una temporada nada brillante en resultados, ya que sólo logró la medalla de plata en el campeonato británico contrarreloj, por detrás de Wiggins.

Pero a partir de ahí comenzó a forjar su leyenda. Una trayectoria imparable que lo ha llevado a lograr tres Tours de Francia, con siete triunfos de etapa, tres Dauphines, dos Tours de Romandía y un bronce olímpico en Londres 2012, entre otros logros.

En el futuro, después de correr "cinco o seis Tours más", le quiere contar a su hijo Kellan sus aventuras en la carrera más importante del mundo. De momento, el hijo de Chris y Michelle juega con los leoncitos que gana su padre. Un tipo sencillo que hubiera sido oficinista de no haber montado en bici. Si los entrenamientos y la vida familiar le dejan unas horas, Froome escucha música de Coldplay. Entre sus mejores recuerdos, el día que conoció al ex presidente surafricano Nelson Mandela.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios