La permanencia pasa por Huelva. Está más que asumido por el Decano y su afición. De lo que pase en el Nuevo Colombino dependerá el futuro del equipo en la categoría. Y hoy más que nunca. En una jornada con varios emparejamientos directos, vencer al equipo que marca la línea del descenso abriría una brecha que con trece jornadas por delante permitiría respirar a los albiazules. Además se trata de un rival directo con el que los onubenses empataron en la ida. Los tanteos particulares pueden ser de oro en el cómputo final. Todo cuenta en un choque de cuatro puntos como el que espera a partir de las 12:00 en el Nuevo Colombino.

El Jumilla es un equipo casi nuevo al completo con respecto al que se midió al Decano en la primera vuelta. Desde el entrenador al presidente y la plantilla, casi no queda nada del modesto y casi descompuesto conjunto que amarró un empate cuando el campeonato daba sus primeros pasos. Ha cambiado tanto que, como se encargó de recordar Ceballos, su modelo es totalmente diferente. Ya no asume riesgos ni busca un fútbol impropio de la categoría. Al contrario, como destacó el técnico albiazul ahora acumula muchos más futbolistas por detrás del balón, prima el fin por encima del modo y da mayor importancia al fútbol directo.

Sin llegar a esos extremos su evolución es parecida a la sufrida por el Recre. Incapaz de sacar adelante los partidos en los que tiene que asumir el protagonismo y construir con la pelota, hace ya tiempo que se decantó por buscar encuentros más cerrados, más controlados y aprovechar las oportunidades que le pueda plantear el rival. Así le valió frente al Sevilla Atlético y el Almería B. En ambos casos se midió a filiales que le siguieron el juego y no eludieron ser ellos los que llevaran el peso del partido. Hoy será diferente. Si ninguno de los dos quiere asumir riesgos lo normal será encontrar un partido cerrado y de pocas ocasiones. Luego el fútbol con su proverbial capacidad para sorprender puede provocar cualquier otra caso, pero de partido ninguno de los dos conjuntos se atrevería a hablar de un choque abierto.

Mientras el Jumilla se ha reforzado mucho con respecto al de la primera vuelta, el Decano hoy es más débil como plantilla que entonces por las lesiones y las bajas. Ahí debe entrar en juego el elemento externo albiazul. Ya dijo Ceballos que el mejor refuerzo posible para este Recre era su afición. Fue clave frente al Almería B hace quince días. Debe serlo de nuevo hoy.

Para el choque el Decano cuenta con sus bajas habituales. Hombres como Jesús Vázquez, Arthuro o Diego Jiménez comienzan a ver la luz al final del túnel y en un mes o incluso antes se espera que vuelvan a estar disponibles. Otros como Ale Zambrano está descartado por una sobrecarga. Mientras tanto con los mimbres que hay toca remar. La defensa en principio será la misma de la semana anterior con Edu Moya en el lateral derecho, Álvaro Moreno y Carlos Delgado como centrales e Iván Robles en el costado zurdo. Más dudas genera el centro del campo. La ausencia de Ale Zambrano abre un hueco. Manu Molina y Dani Molina tienen su sitio garantizado. Núñez actuará por una banda y queda la duda del dibujo que utilizará Ceballos para cubrir el hueco en el centro. Puedo utilizar a Ernesto por la banda con Cristian Fernández y Waldo por delante. También tiene la opción de meter a Antonio Domínguez apoyando por dentro y que Waldo y Cristian se alternen entre el centro y la banda. Hombres como Rubén Mesa, Keita o Miguelito tendrían así que esperar en el banquillo.