La capitana Ruth Beitia, fiel a su trayectoria casi infalible, luchará mañana, con 36 años, por las medallas en la final de altura de unos Campeonatos del mundo, después de haberse ganado el puesto con un salto de 1,92 metros en una jornada que dejó a España sin más representación que David Bustos en 1.500 metros. Adel Mechaal, autor dos semanas antes del primer doblete 1.500-5.000 en 70 años en los nacionales de Castellón, pinchó con estrépito en la última vuelta de la primera serie y, como el madrileño Víctor Corrales en la segunda, sucumbió a su primer contacto con los Mundiales.

El diccionario atlético de Beitia no incluye la palabra apocamiento. "Estoy feliz, disfrutando muchísimo. Creo que llego en uno de mis mejores momentos en todo, tanto física como psicológicamente, y el equilibrio y las oportunidades están para aprovecharlas. Creo que es mi momento", comentó la doble campeona de Europa, medallista de bronce en el Mundial de 2013.

La marca de acceso a la final era de 1,94, pero no fue necesario llegar a ella, porque la anterior (1,92), seleccionó ya a 13 saltadoras y todas fueron declaradas finalistas. La cántabra renunció a la primera altura y empezó a saltar en 1,85. Continuó con 1,89 y 1,92, siempre sin fallo. No necesitó seguir. Ya estaba clasificada para su quinta final.

Por su parte, David Bustos fue el único superviviente español de las series del 1.500, y sólo gracias a una marca de 3.38,75 que le dio una de las seis plazas de repesca en una especialidad que, desde la plata de José Luis González en Roma 1987, ha dado al España seis medallas (tres platas y tres bronces). Mechaal partía en la primera serie con el undécimo registro de la temporada (3.36,55), y a semifinales pasaban los seis primeros y seis más por tiempos. El keniano Elijah Manangoi se puso al frente, pasó el 400 en 1.05,53 minutos y Mechaal avanzó hasta emparejarse con él arriba. La carrera se lanzó a 500 metros del final. El español escuchó la campana, quinto, pero ya en la curva sufrió un pinchazo espectacular que lo llevó al decimotercero y penúltimo puesto con 3.46,05.

En la segunda serie salió Víctor Corrales, debutante no sólo en unos Mundiales sino también en la selección española absoluta. Con 3.37,70 este año, el madrileño era el más lento de los 13 corredores. Aguantó en el grupo hasta los últimos 300 metros, pero sufrió un tropezón cuando ya iba muy justo y se quedó cortado acabando undécimo (3.44,76).

Bustos, el único representante español en esta prueba en Moscú 2013, partió en la tercera serie. Entró sexto en el último giro, peleando por abandonar su encierro. Cuando lo consiguió estaba muy atrás, pero le quedó combustible para llegar en un grupo numeroso que encabezó el keniano Silas Kiplagat. Décimo, con 3.38,75, se clasificó por tiempos.

Además, la mallorquina Caridad Jerez, única vallista española en Pekín tras la exclusión de Josephine Onyia por un presunto dopaje, cayó en la primera ronda con una marca de 13,27 segundos. En longitud, la alicantina María del Mar Jover, cuatro veces campeona de España, finalizó su primer Mundial sin marca al cometer tres nulos en la calificación. Se pedían 6,75 metro para obtener plaza automática en la final y ella había saltado 6,78 en Sierra Nevada, pero no fue capaz de hacer un solo salto válido. Por último, un mes después de obtener la nacionalidad española, Lois Maikel Martínez, nacido en La Habana hace 34 años, fue eliminado en la calificación de disco con 58,01.