Pablo Comas asume su salida del Decano. El presidente recreativista entiende que su continuidad al frente del club es insostenible por la falta de apoyos internos y externos. Así se lo ha comunicado a su entorno y a sus colaboradores. Con el final del campeonato llegará el relevo en el palco del Nuevo Colombino. Su presencia es un foco de tensión y crispación permanente. Por ello optó por pasar a un segundo plano público, rompiendo su silencio el pasado martes en una entrevista a Huelva Información. El miércoles contra el Leganés ni siquiera vio el partido completo en el palco. Ante las protestas de algunos aficionados de las zonas aledañas decidió ver el choque desde el antepalco.

El dirigente no obstante aboga por un cambio que garantice la estabilidad de la institución en un momento clave, según su entorno. En caso de lograr la permanencia en la categoría, el mandatario recreativista ha decidido dejar el club de forma casi inmediata. En cambio, en caso de descender deportivamente a Segunda B le ha pedido a su socio Víctor Hugo Mesa un margen para evitar un peligro vacío de poder y llevar a cabo las gestiones necesarias que garanticen la continuidad recreativista más allá de su descenso. No obstante, Mesa ha iniciado el proceso para desposeer a Comas de sus poderes en Gildoy España, como adelantó Huelva Información el pasado miércoles, y agilizar todo el proceso con el mes de junio como fecha límite.

Comas es miembro de la Comisión Delegada de la LFP, entre otros organismos, por lo que participará en las decisiones que tomen estos organismos. El Recreativo estará pendiente como cualquier otro club de los movimientos en los despachos. En las últimas dos campañas hubo descensos administrativos en la Liga Adelante. Para ello primero el Decano debe cumplir y tener sus cuentas en orden según los requisitos que estipula la LFP y la AFE.

En este sentido habrá una reunión de la Comisión Delegada de la Liga la próxima semana en la que se estudiará la aplicación del Real Decreto de venta centralizada de derechos de televisión y se comunicará en qué medida podrán acogerse los conjuntos que desciendan deportivamente. La LFP ha solicitado a sus clubes adscritos información actualizada de su deuda con Hacienda y Seguridad Social para estudiar cada caso.

Comas defiende desde su aprobación que el Decano se verá beneficiado de forma inmediata y así lo señaló en la entrevista publicada por Huelva Información. Su argumentación se basa en la disposición adicional primera del Real Decreto que contempla el pago de la deuda con las administraciones públicas por la LFP para convertirse en acreedor de los clubes. Además, el BOE contempla el 2 de mayo pasado como fecha de su aplicación oficial.

En los últimos días el alcalde de la ciudad, Pedro Rodríguez, se mostró muy crítico con su gestión a través de estas páginas. Lo hizo primero en una amplia entrevista y posteriormente en el Foro Gerardo Rojas. Además, sus relaciones con Víctor Hugo Mesa, su socio en Gildoy España, son tensas, como reflejó el propio Comas en declaraciones a este periódico. Sin estos apoyos y con un clima de crispación permanente en el entorno su continuidad en la presidencia tiene fecha de caducidad. Fuentes cercanas al dirigente recreativista reconocieron ayer a este diario que Comas así se lo ha comunicado ya a Víctor Hugo Mesa, quien ya anteriormente había iniciado el proceso para convocar para el mes de junio una junta general de Gildoy, en la que Comas tiene alrededor de un 30% y Mesa el otro 70%. Es el paso previo a su posterior relevo en la presidencia recreativista.

La intención final del empresario uruguayo es abandonar el accionariado del Recreativo y así lo ha anunciado ya públicamente. Para ello primero debe reorganizar la estructura de su sociedad con el relevo de Comas, actual administrador y con amplios poderes cedidos por el charrúa.

En las últimas fechas han surgido diferentes opciones e intereses para hacerse con el paquete mayoritario de las acciones en manos de Gildoy, sin que de momento ninguna de ellas haya fraguado. También busca comprador el Ayuntamiento e incluso el propio Comas. Tanto Mesa como Comas han insistido en sus diferentes apariciones públicas que no cederán el club sin una garantía de solvencia a quien les sustituya. El precio de salida de sus acciones ronda los cinco o seis millones de euros.