El calor apretaba en el Nuevo Colombino en las primeras horas de la tarde dominical, y recordaba la proximidad de la primavera con la entrada del mes de marzo.

Los incondicionales no quisieron perderse el partido, y tanto en los aledaños como en las gradas del estadio onubense se respiraban aires de final, aunque resten quince jornadas para acabar la Liga. Y es que la victoria era necesaria para poder mirar la tabla clasificatoria con alguna esperanza de salvación. Un total de 5.457 aficionados le dedicaron al Decano su tarde de domingo, con la esperanza de llevarse una alegría de vuelta.

Y esta vez el Recre no falló. La afición estuvo volcada en todo momento con los futbolistas albiazules, animando, cantando y aplaudiendo cada una de sus acciones. Las buenas vibraciones de la grada por fin hicieron mella en la plantilla recreativista, que devolvió todo el apoyo a modo de gol y de tres necesitados puntos.

Aunque fueron 84 minutos de tensión e incluso, por momentos, de desesperación, Caye Quintana hizo que la grada se levantase de su asiento y celebrase el gol como si de una final se tratara. Con un ambiente más relajado se afrontaron los quince minutos restantes, únicamente marcados por las decisiones arbitrales que no fueron bien acogidas ni por los equipos ni por el público del Nuevo Colombino.

Los aficionados abuchearon faltas, tarjetas e incluso los seis minutos que los colegiados pusieron como descuento, para algunos, excesivos. Nacho Galardi, fisioterapeuta del Decano, fue expulsado por sus quejas al árbitro, algo que también hizo que la grada protestara.

Con el pitido final, el alivio y la satisfacción de un partido ganado después de trece jornadas sin ver la victoria hicieron que la afición estallara en júbilo. Agradecida, aplaudió y vitoreó a los jugadores que también agradecieron el apoyo y la incondicionalidad de ésta.