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Hacienda, punto y seguido

  • El esperado compromiso con la Agencia Tributaria, en la fase final de su negociación, será el primer paso para encarar todos los frentes abiertos que tiene la entidad albiazul

El Recre juega su partido más importante fuera del campo. El conjunto albiazul coge vacaciones deportivas el próximo domingo tras el encuentro en Butarque, pero la frenética actividad no decae en el Nuevo Colombino, donde los frentes permanecen abiertos. El bloqueo económico al que está sometido el club es insostenible en el tiempo. Desde marzo pasada las cuentas están intervenidas por Hacienda y la entidad ha vivido en base a aportaciones externas de sus accionistas mayoritarios y operaciones paralelas, pero la capacidad de maniobra se agotó.

Hacienda

Es la madre de todas las batallas. El frente llave para desbloquear los demás, pero no el único. El colapso financiera que se cierne sobre el club responde en gran medida a la imposibilidad de gestionar las cuentas y recibir ingresos. Como consecuencia de todo ello se ha generado la deuda con la plantilla y los empleados, además de problemas con los proveedores.

La Agencia Tributaria está en el origen del problema y en el inicio de su solución. Un retraso en el pago en febrero provocó la suspensión del aplazamiento pactado. Desde entonces el Recre se ha enfrentado, como otros 14 clubes de la LFP, a la postura intransigente de Hacienda, que modificó sus planteamientos tradicionales para llevar al fútbol español al borde del abismo. El Recre negocia un nuevo aplazamiento en base a las normas establecidas hoy por la administración. Tras fallar en su día, los recreativistas se enfrentan ahora a una Agencia Tributaria mucho más rígida con los clubes.

Desde el match ball salvado in extremis en verano la realidad albiazul estuvo marcada por el enfrentamiento primero y la negociación después con Hacienda. La administración flexibilizó su postura hace un mes. Desde entonces las conversaciones están abiertas. Fuentes recreativistas aseguraron esta semana que la base del compromiso está consensuado. ¿Qué frena el acuerdo? Hay un elemento fundamental que centra la negociación. En la nueva instrucción de la Agencia Tributaria se contempla un pago inicial del 20% del total de la deuda. El Recre lo acepta. Tampoco tiene otra posibilidad. Diferente es el criterio sobre el que se realiza este cálculo. Ahí radica el principal escollo. Hacienda, según las cuentas presentadas en la Junta de Accionistas, retuvo alrededor de dos millones de euros. El total de deuda que reclama Hacienda es superior a los 7,5 millones de euros iniciales, porque contempla en esta cantidad el dinero generado desde la suspensión del acuerdo el pasado mes de marzo. El Recre pide que se le explique el destino del dinero retraído y que se le compute sobre la deuda reclamada, lo que reduciría de forma considerable tanto la deuda general como la aportación inicial. Hacienda en cambio insiste en hacer el cálculo sobre el global, sin aclarar cómo aplicará posteriormente ese dinero retenido. Tanto el 20% como las cuotas varían de forma considerable con dos millones de euros más o menos sobre la cifra global.

Es el centro de las negociaciones. El Recre asume que una vez solventado este escollo no tendrá complicaciones ya que el resto de los términos son asumidos como inevitables. El acuerdo final establecerá un pago aplazado en seis años. Resuelto el problema con Hacienda no terminan todos los problemas, sólo comienzan las soluciones.

El control financiero

La auditoría publicada con motivo de la Junta de Accionistas recreativista reconocía que el club cumplía dos de los tres requisitos para el control financiero de la LFP. El del equilibrio y el coste de la plantilla no preocupan, porque el Recre está dentro de los ratios estipulados. No aprueba en cambio el de la deuda neta, fijada en el 227% de su capacidad. Según la entidad, una vez firmado el acuerdo con Hacienda la mayor parte de esa cuantía quedará aplazada, con lo que el porcentaje se reducirá y cumplirá igualmente este tercer ratio.

Ampliación e inyección

Una vez se resuelva el acuerdo con Hacienda, que no debe pasar de final de año, el Decano afrontará una nueva ampliación de capital. Es imprescindible para poder afrontar los compromisos de pago contraídos durante este tiempo. Los retrasos e impagos esperan el acuerdo, pero también la liquidez necesaria para afrontarlos. Es una cuenta sencilla. Levantado el embargo hay que empezar a pagar y para ello hace falta el dinero que a día de hoy no tiene el club.

El presidente, Pablo Comas, señaló el martes tras la Junta de Accionistas que la entidad realizará una ampliación de unos tres millones de euros para inyectar el dinero suficiente para poner en orden las cuentas y dar estabilidad a la maltrecha economía recreativista tras meses de bloqueo por Hacienda. Esta ampliación no se producirá antes del acuerdo con la Agencia Tributaria por razón sencilla. Hacerlo sin aplazamiento de deuda supondría que todo el dinero aportado iría directamente a Hacienda y no a cubrir las necesidades financieras que tiene actualmente el club, verdadero fin de la inyección. Además, parte de la ampliación se realizará como compensación de créditos por el dinero aportado por los accionistas mayoritarios de forma externa para afrontar los pagos más urgentes del Recreativo.

Retrasos en las nóminas

En el día a día el problema más llamativo y público es el del retraso en las nóminas. La primera plantilla es la que más protagonismo tiene por su relevancia mediática, pero el problema afecta a todos los estamentos del club, empezando por los empleados no deportivos de la entidad.

La deuda contraída con la primera plantilla ronda el millón de euros. Ahí se suman los 600.000 euros pendientes de las fichas de las campaña pasada a quienes permanecen en el club y también los retrasos de los últimos meses a todo el plantel. Durante los últimos días el Recre pagó una mensualidad a algunos de sus futbolistas y prevé hacer lo mismo con todos los demás. De esta forma, la situación recreativista no será peor que la del Racing, Sporting de Gijón o Espanyol, quienes no pagan sus nóminas desde el pasado mes de octubre, según fuentes consultadas. La crisis y el bloqueo de Hacienda a más de una decena de equipos de la LFP.

Una vez resuelto el problema con la Agencia Tributaria la entidad tendrá que afrontar un calendario de pagos para normalizar la situación con sus empleados y futbolistas. La ampliación de capital será determinante para ello. Debe aportar la liquidez necesaria. Además, el club tendrá que negociar con sus profesionales para solventar las denuncias presentadas ante AFE que a día de hoy tendrían incidencia en los movimientos posibles en el mercado invernal.

Problemas deportivos

Es un punto independiente a los anteriores en esencia, aunque vinculado en el fondo. No escapa a ningún recreativista que desde que los problemas económicos se hicieron públicos el rendimiento de la plantilla y los resultados no son los mismos. Ya antes del comunicado de los jugadores albiazules denunciando los retrasos habían comenzado la crisis. Además de la economía, las bajas castigan sobremanera a una plantilla muy corta de efectivos. Una victoria en diez jornadas es un dato preocupante. La plantilla cuenta con el respaldo de la grada, como quedó de manifiesto frente a la UD Las Palmas pese a la derrota. La solidaridad del público con sus jugadores es notable y loable. Si bien los problemas extra deportivos afectan, la deriva deportiva de los últimos meses debe detenerse antes de que el terreno perdido sea excesivo. Si el club soluciona sus problemas en los despachos le tocará a la plantilla responder después sobre el terreno de juego.

Deterioro social

La suma de los problemas económicos y deportivos generan un peligroso clima de crispación social. Frente a la UD Las Palmas el club vivió el primer conato. La plantilla y el cuerpo técnico se libraron de las críticas, con la única excepción de Braulio. El canario reaccionó mal a los silbidos. Su actitud no ayuda en estos momentos. El club y el cuerpo técnico están molestos con él, quien tampoco tuvo la agilidad suficiente para reconocer el error y disculparse. El palco centró los primeros pitos. En la situación actual cualquier dificultad se dimensiona y el desencanto alienta las críticas. Para recobrar la paz social, término utilizado habitualmente en el ocaso de la era Dumois-Mendoza, el club debe cumplir con su parte recuperando su estabilidad económica e institucional y la plantilla tiene que hacerlo en el plano deportivo. Ambos son dependientes. Jugar en el Nuevo Colombino debe ser una preocupación para los visitantes y nadie más.

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