Íker Casillas está contento. Y también Karim Benzema. Incluso Cristiano Ronaldo, aunque no marca, también sonríe. Vive un momento dulce el Real Madrid, un equipo al que todo le sale bien.

El conjunto entrenado por Carlo Ancelotti tendrá la oportunidad el sábado de rubricar un 2014 casi perfecto, en el que ya conquistó tres títulos -entre ellos la Liga de Campeones-, con la final del Mundial de clubes de fútbol.

"Falta un partido para terminar bien el año. Lo vamos a preparar a tope. Este equipo merece coronar este año con este Mundial", dijo Ancelotti después de que el Real Madrid sumará su vigesimoprimer triunfo consecutivo. El italiano es un hombre tranquilo. Y todo lo que rodea al Real Madrid en los últimos meses, desde que venciera al Barcelona en la final de la Copa del Rey el 16 de abril, es calma y alegría.

Cuando Ancelotti llegó al Real Madrid a mediados de 2013, el equipo era un volcán en erupción. Pero el técnico selló el cráter en tiempo récord y devolvió al conjunto a lo más alto de Europa, ganando incluso en la final al Atlético de Madrid, uno de sus rivales históricos. Y lo consiguió haciendo feliz a prácticamente toda la plantilla. Desde el portero hasta el delantero, desde Casillas, el más discutido en la etapa de José Mourinho, hasta Benzema, que explotó a las órdenes de Ancelotti.

"Ni me fui, ni he vuelto", dijo Casillas en las catacumbas del Grand Stade de Marraquech. "Siempre fui el mismo, pero un jugador pasa por rachas. Lo de parar dos penaltis no deja de ser anecdótico siempre y cuando las cosas se den bien y ganemos el campeonato", añadió el portero.

La línea defensiva es una de las más sólidas de Europa. Los dos laterales titulares, Marcelo y Dani Carvajal, podrían jugar de extremos, pero cuando se lanzan al ataque y miran hacia atrás están Sergio Ramos y Pepe, cuando no Varane, tres de los mejores centrales del mundo.

Tras la salida de Xabi Alonso, el alemán Toni Kroos lleva los galones del mejor medio del campo del Real Madrid en años. Modric, ahora lesionado, Isco o James Rodríguez aportan fantasía en el toque y velocidad en los eléctricos contraataques, pero también trabajo en defensa. Y por delante quedan Benzema, Gareth Bale y Cristiano Ronaldo. El portugués, el líder de ese trío y que lleva 25 goles en 14 partidos en la Liga, no marcó ante el Cruz Azul.

"Seguro que se ha guardado un gol para la final", restó importancia Ancelotti. Y es que el luso está limando su estilo de juego, convirtiéndose en un futbolista más de equipo aunque sin abandonar su individualismo.

El sábado, ante San Lorenzo, el Real Madrid busca un nuevo título y aumentar su récord de triunfos a 22. "Queremos seguir así, trabajando y luchando como en los últimos partidos. Ése es nuestro objetivo. Ahora queremos pensar en la final, que es muy importante para nosotros", señaló Marcelo en la noche del martes en Marraquech.

Después de la final del Mundial, el Real Madrid descansará hasta el 4 de enero, cuando visitará el difícil campo del Valencia. Y días después jugará ante el Atlético de Madrid -si el equipo rojiblanco logra mantener hoy el 0-3 de la ida ante el modesto Hospitalet- en la Copa del Rey.

El equipo rojiblanco fue el último en vencer, o empatar, ante el Real Madrid. Fue el 13 de septiembre. Desde entonces, el Real Madrid despegó, puso velocidad de crucero y se mantiene en un estado de gracia difícilmente imaginable hace 15 meses.

Ni el propio Ancelotti se veía luchando por el Mundial de clubes en tan poco tiempo en el banquillo blanco: "No, de verdad, no me lo imaginaba, creo que lo hemos hecho muy bien".