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Desestimada la demanda del Barcelona contra Laporta

  • Luis Enrique elude aclarar si Messi, que sigue al margen del grupo, jugó infiltrado ante el Madrid

El juez José Manuel Martínez Borrego desestimó la demanda por la acción de responsabilidad social contra el ex presidente del Barcelona Joan Laporta y otros dieciséis directivos más por la que se les reclamaban 47,6 millones de euros. La citada cantidad se obtiene de las deudas acumuladas durante el mandato de Laporta (2003-2010). A finales de julio del 2011, el Barcelona, después de que así lo propusiera la Asamblea de Compromisarios, presentó una demanda por la que se ejercitó la acción de responsabilidad social.

A su llegada a la presidencia del Barça, en junio de 2010, Sandro Rosell reformuló las últimas cuentas presentadas por la directiva de Laporta y de los 11,1 millones de euros presentados por este último se pasaron a unas pérdidas de 79,6 millones.

La junta directiva del Barça dispondrá de veinte días para presentar un recurso. La sentencia es histórica, porque genera jurisprudencia en el ámbito de los clubes privados que no son sociedades anónimas deportivas, éstas reguladas por la Ley del Deporte.

Después de conocida la sentencia judicial, Laporta comentó en su cuenta de Twitter: "Lo hicimos bien. Lo hicimos con honestidad. Orgulloso de mis compañeros de junta. Visca el Barça!".

El juicio se prolongó durante quince días, del 15 al 30 de septiembre, y en el mismo declararon desde el actual presidente de la entidad, Josep Maria Bartomeu, al anterior, Sandro Rosell, además de ejecutivos de la anterior y la presente junta directiva.

El ex vicepresidente Alfons Godall aseguró, en declaraciones a TV3, que el actual es un momento oportuno para "pasar página, pacificar el club y dejarnos de tirar los platos a la cabeza". Otro de los ex directivos afectados, Albert Perrín, comentó a la misma cadena de televisión que con esta sentencia se ha demostrado que la directiva de Laporta "no ha hecho nada malo".

En otra polémica, ésta deportiva, Luis Enrique eludió ayer aclarar si Messi, que se entrenó en solitario por segundo día, jugó infiltrado ante el Madrid por un esguince de tobillo. "Todo lo que concierne a aspectos médicos, mejor le preguntáis a los jugadores o a los médicos. Yo, como consejo, siempre aconsejo que no se infiltren", destacó.

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