Fútbol

La pegada del Real Madrid apabulla al Barcelona (3-1)

  • Los blancos remontaron el tempranero gol de Neymar gracias al tanto de penalti de Cristiano Ronaldo y a los dos zarpazos de Pepe y Benzema en la segunda mitad.

El Real Madrid dio una muestra de contundencia al imponerse por 3-1 al Barcelona en el clásico de la Liga española de fútbol, con lo que se acercó a un punto de la cima de la tabla. El equipo conducido por Carlo Ancelotti exhibió en los momentos clave del duelo la diferencia entre un equipo consolidado ante un rival que todavía tiene demasiados flecos por corregir. Así, el equipo de la capital española logró reponerse al golpe tempranero del gol de Neymar en el amanecer del encuentro y construyó la remontada con paciencia y oportunismo ofensivo. Cristiano Ronaldo, siempre presente en la cuenta goleadora de su equipo, empató de penalti y luego Pepe y Benzema terminaron de concretar la remontada.

El equipo blanco se impuso en el primer clásico de la temporada, demostró ser un conjunto con más variantes y, hasta el momento, más completo que los dirigidos por Luis Enrique y dejó en el olvido los fantasmas del inicio de la temporada. El Barcelona, que perdió su primer partido del campeonato y recibió los primeros goles, sigue líder con un punto de ventaja, pero dejó la imagen de un equipo que todavía está lejos de su rival acérrimo en la lucha por los títulos.

El equipo azulgrana tuvo buenas sensaciones en el debut de Luis Suárez, quien se estrenó después de la sanción de cuatro meses de la FIFA, pero no pudo disfrutar a su máxima estrella Lionel Messi, desaparecido. El argentino ni siquiera pudo anotar un tanto, lo que le habría significado alcanzar a Telmo Zarra como máximo goleador de la historia de la Liga española.

Si bien el propio Ancelotti había anunciado sorpresas en la alineación, el que pateó el tablero de cara al comienzo fue Luis Enrique: dio titularidad a Suárez, quien acumulaba cuatro meses de inactividad, y ubicó a Jeremy Mathieu en el lateral izquierdo de la defensa, en lugar de Jordi Alba. Mientras tanto, el Real Madrid apostó con el esquema habitual desde la lesión de Gareth Bale en la espalda, con Isco sobre el sector izquierdo del mediocampo.

Los equipos no se habían acomodado todavía en el campo de juego cuando el Barcelona sorprendió a todos los presentes y rompió la igualdad. Un pase lejano de Suárez a Neymar desde una banda a otra finalizó con un recorte hacia el centro del brasileño y una definición cruzada junto al palo izquierdo de la portería de Iker Casillas. El gol inicial del equipo visitante alteró los esquemas previos de ambos equipos y produjo una anarquía táctica que duró varios minutos a lo largo de la primera mitad.

En el primer cuarto de hora, el Real Madrid se encargó de acorralar al Barcelona en sus primeros 20 metros y no igualó el encuentro por la insólita falta de acierto de sus atacantes: Benzema lanzó dos disparos al palo en la misma jugada y mientras que Claudio Bravo contuvo varios disparos lejanos blancos. El Barcelona encontró la tranquilidad una vez que logró rebajar el ritmo del partido y cuando Iniesta, Xavi y Busquets pudieron realizar su famosa defensa con el control de la pelota: pases cortos en mitad de campo sin amenazar la portería rival, pero sin dejar entrar en juego al rival.

Así y todo, el Barcelona tuvo el segundo gol en los pies de Messi, quien después de recibir un gran pase de Suárez definió a un toque y Casillas desvió la pelota con un nuevo ejemplo de sus paradas milagrosas. El equipo de Ancelotti se encontró con el empate quizás en el momento menos esperado. Piqué tocó el balón con la mano en el área, tras un centro raso de Marcelo y Cristiano se encargó de anotar el penalti con un disparo con serenidad absoluta. El duelo se fue al descanso con la sensación de que el Real Madrid se había reacomodado en el juego y el Barcelona se lamentaba las ocasiones claras que tuvo para aumentar.

La segunda mitad se inició con el proceso anímico esperado en ambos mandos y el Real Madrid logró la remontada casi en su primera oportunidad. Un tiro de esquina desde la derecha dejó a Pepe en absoluta soledad, para que el portugués convirtiera con un cabezazo al palo izquierdo de Bravo. A partir del segundo tanto, el Real Madrid encontró su hábitat ideal para ubicarse de contraataque y el Barcelona perdió la brújula en todo sentido. De hecho, la ampliación del resultado a favor de los locales nació en un tiro de esquina mal ejecutado por Ivan Rakitic, un ridículo posterior entre Iniesta y Javier Mascherano y una definición perfecta de Benzema tras una asistencia a un toque del colombiano James Rodríguez.

Con un Messi absolutamente desaparecido, el Barcelona terminó de complicar su panorama con la lesión de Iniesta, quien se marchó con un problema muscular en el gemelo derecho. Ya en el último cuarto de hora, el Barcelona pareció bajar los brazos y se percibió una imagen casi nada habitual en los últimos años: un Real Madrid con control absoluto de la pelota y distribución a un toque y los jugadores azulgranas corriendo detrás de la pelota con un desorden completo.

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