El Athletic confía en su fortaleza en San Mamés desde la llegada de Valverde para comenzar ganando la fase de grupos, que arrancará midiéndose al Shakhtar Donetsk. El encuentro frente a uno de los que se presume como grandes rivales en la lucha por una plaza en los octavos de final se considera vital por el once rojiblanco, ya que tras ese inicio en casa tendrá después dos salidas seguidas a Bielorrusia y Oporto.

Los de Valverde, no obstante, tienen plena confianza en sus fuerzas y en el nivel que vienen demostrando ante su afición. Desde que en el curso anterior regresase Valverde al banquillo bilbaíno, San Mamés ha sido el principal aliado de su equipo tanto para alcanzar la eliminatoria previa de la Liga de Campeones como para superar esa previa ante un rival del nivel del Nápoles de Rafa Benítez.

Así, con un equipo que podría presentar de salida algún cambio, el Athletic quiere imponer al Shakhtar el intenso ritmo que implanta en cada partido con una asfixiante presión en campo contrario y continuas llegadas al área rival. Además de la pegada de Aduriz, a un nivel impresionante durante todo 2014. Junto al poderoso ariete donostiarra, héroe ante el Nápoles, Valverde presentará el once habitual del arranque de esta temporada, si bien quizás ya con Iraola por De Marcos en el lateral derecho.

El choque desvelará también la capacidad del nuevo San Mamés para ocupar sus más de 50.000 localidades en el primer partido de pago para los socios con las gradas ya cerradas.

Por su parte, el Shakhtar, un clásico en la Liga de Campeones, llega con el fin de demostrar que es un hueso duro. El equipo del rumano Mircea Lucescu no parece haber notado por ahora el exilio al que le ha sometido la guerra en Donetsk que le obliga a jugar sus partidos de casa en el oeste del país.