La solidaridad da puntos. El Recre le debe uno. El Decano ayer se armó para salvar un empate válido en pleno crecimiento. El plantel se unió cuando peor se le puso el choque y más apretó su oponente para guardar un botín que vale fuera de casa. 

El Alavés y el Recre se cruzaron ayer sobre el césped de Mendizorroza y puede que hoy lo hagan en el mercado. Los dos evidenciaron carencias similares y necesidades paralelas. Les falta gol. El bien más preciado que tiene el fútbol fue lo que condenó a los dos contendientes a una igualada que no es mala para los onubenses, pero que no oculta lo que tiene que llegar y quedan menos de 24 horas. 

Menos de un minuto para abrir la lata o lamentarse durante los 90 siguientes. Rubén Mesa la tuvo cuando alguno de sus compañeros aún no se habían situado en el campo. 

El problema del gol que tanto preocupa a Oltra no tardó en ponerse de manifiesto. El delantero albiazul recibió un gran pase de Pedro Ríos. El jerezano dejó solo a su compañero que cruzó en exceso ante la salida de Manu. 

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De lo que pudo ser a lo que terminó siendo la primera mitad del choque hubo un mundo. El Recre apenas sufrió, pero generó poco juego. Trató de imponer su ritmo y su control sobre el oponente, si bien acabó enfrascado en una pelea estéril de la que no supieron sacar tajada ni uno ni otro. El conjunto onubense no renunció a su afán por se protagonista del choque, pero le faltó la profundidad necesaria. Al Alavés no pareció irle mal así. Dejó hacer, presionó y cuando pudo se acercó a Sotres. Lo hizo con escaso peligro. 

Montoro llevó el peso del juego. Oltra le pide un plus al valenciano y éste respondió sobre el césped. Apoyó, se ofreció y trató de buscar el ataque siempre que pudo. Encontró acompañamiento en Pedro Ríos, que fue el más activo en campo contrario. A diferencia de la semana anterior, el Decano sí dispuso de todos sus efectivos. 

Juanan ocupó su lugar en el centro de la defensa, Cabrera salió por la izquierda y Pedro Ríos lo hizo por la derecha. El charrúa fue el más gris. El central respondió con sobriedad mientras que Pedro Ríos dejó destellos como su pase a Rubén Mesa nada más comenzar. 

El duelo se fue apagando con el paso de los minutos. El Recre siguió adentrándose en su espesura sin encontrar por donde hacerle daño al Alavés y los vitorianos no pretendieron asumir muchos más riesgos. Las bandas se apagaron y sin romper fue difícil encontrar a Rubén Mesa, perdido en la pelea y demasiado alejado del área contraria. 

Los primeros 45 minutos se fueron sin aportar mucho más. Un lanzamiento blandito de falta por parte vasca y tímidos acercamientos recreativistas. Ni Manu Fernández ni Sotres tuvieron que apurarse mucho más. Los dos conjuntos dejaron el ataque en el debe del partido. Si la pretemporada lo anticipó y el choque contra el Zaragoza lo evidenció, el duelo de Mendizorroza ratificó la necesidad recreativista de buscar algo más en el mercado. Con una defensa con lo puesto y pocos recursos ofensivos la campaña que le espera se le puede hacer muy larga. 

El inicio del Alavés recordó al recreativista. Los vitorianos tuvieron dos opciones clarísimas en apenas un minuto. La primera la abortó Córcoles al cortar rápido y contundente ante Manu Barreiro cuando éste ya armaba la pierna. El córner consecuente pudo abrir la cuenta pero Manu la mandó fuera con todo a su favor. Era otro Alavés. Tercer minuto de la segunda mitad y tercera opción franca para marcar. El balón se marchó fuera. 

Los vitorianos imprimieron otro ritmo al encuentro. Metieron una marcha más y dejaron atrás a un Decano que sufrió para aguantar el chaparrón local. Fueron minutos de acoso constante de los vascos. 

El acercamiento más peligroso de los onubenses fue de Menosse. El defensor uruguayo sorprendió arrancando desde atrás al centro y a base de trompicones terminó por plantarse en el área de Manu Fernández. Su pase no encontró destinatario. No volvió a inquietar el Decano hasta que el charrúa se animó de nuevo. Sus apariciones en ataque ayudaron a definir lo que estaba sucediendo en el campo. El Recre generó muy poco fútbol en este tramo. A pesar de ello estuvo en la pelea y no fue inferior a su oponente. Jesús Vázquez desde fuera del área probó a Manu Fernández a la hora de partido tras un lanzamiento de falta. Fue el último aviso real que dieron los recreativistas. 

Al Alavés le quedó la fuerza cuando se le acabó su poco fútbol. A pesar de los intentos de Oltra desde el banquillo por refrescar su ataque, el Recre mostró que lo mejor que podía lograr era un punto sobre el que seguir creciendo. El bloque se hizo uno. Tiene todavía mucho margen de mejora este conjunto onubense que de nuevo se quedó con su puerta a cero, pero que sigue sin encontrar el modo para hacer daño real a sus oponentes. El punto no es malo si sirve para crecer.