Destronar a la Premier League es el gran reto a medio plazo de la Liga española de fútbol, que pretende recuperar el tiempo perdido con la expansión de su marca en todo el mundo para rentabilizar el empuje de sus clubes y el carisma de sus estrellas.

La nueva edición de la Liga española comienza mañana y sus dirigentes llevan meses preparando el terreno para intentar cautivar a los aficionados de todo el mundo. Quieren convencerlos de que su torneo es mejor que el de los demás, incluido el de la Premier League.

Pero no es tarea sencilla. Mientras los clubes ingleses llevan tres décadas explotando la marca de la Premier League en todo el mundo, sólo ahora la Liga de Fútbol Profesional (LFP) se ha dado cuenta de que para conquistar el corazón y el dinero de los aficionados se necesita un plan efectivo.

"La Premier nos lleva ventaja y queremos llegar a su altura y sobrepasarla. El objetivo es que la marca LFP sea más conocida y reconocida", explicó a la agencia Dpa Fernando Sanz, ex futbolista del Real Madrid, antiguo presidente del Málaga y ahora director general de la LFP en Oriente Próximo y norte de África. Debería costar entender cómo la Liga se sitúa por detrás a nivel de impactos de la Premier League cuando tiene dos de los clubes más ganadores del mundo, Real Madrid y Barcelona, y las principales estrellas del planeta. Pero el resto de los equipos, con el reparto televisivo, están a una distancia sideral de los dos primeros.

Real Madrid y Atlético de Madrid jugaron la última final de la Liga de Campeones y el Sevilla se proclamó vencedor de la Liga Europa. Además, en España juegan algunos de los futbolistas con más carisma internacional, como Cristiano Ronaldo, Messi, Iniesta, Luis Suárez, Bale, Neymar o James Rodríguez.

La patronal de clubes españoles es consciente de que lleva mucho camino de retraso y para recuperar el terreno creó el proyecto LFP World Challenge, dedicado a la internacionalización de la marca.

Una de las misiones es llevar a los clubes españoles de gira por todo el mundo y aprovechar las visitas para dar a conocer el producto. "Hay sitios donde el fútbol español no se ha visto. Éste es el primer paso", insistió Sanz. De fondo queda la negociación de los derechos televisivos internacionales, que la LFP pretende aumentar drásticamente. Pero el modelo es un problema para intentar equilibrar la competitividad de los clubes.

En Inglaterra, todos los clubes reciben una cantidad fija por derechos de televisión y el resto se escala en función de clasificación y audiencia. Pero en España, un tercio de la cantidad total se lo llevan entre Real Madrid y Barcelona y los demás reciben las migajas.

Otro de los grandes problemas está en los horarios. Mientras la Premier sitúa partidos en franjas que favorecen la visión en todo el mundo, en España sucede lo contrario. Por ejemplo, Real Madrid y Atlético jugaron el martes la Supercopa de España a las 23:00. El partido empezó un día y acabó en el siguiente.

"Esto es un lastre, evidentemente. Tenemos datos de un partido entre Real Madrid y Barcelona que se jugó a las cuatro de la tarde y que fue visto por 80 millones de espectadores en la zona del norte de África. Sería ideal adecuar los horarios para las audiencias de todo el mundo", admitió Sanz.

Sin embargo, la LFP es optimista con un proyecto que se plantea a medio plazo y convencido de que los clubes españoles cuentan con la mejor "materia prima".

"La idea es lograr vender la idea de marca, tanto de LFP como de España. Tenemos el mejor producto posible y ahora hay que saber gestionarlo y rentabilizarlo. Debemos conseguir que en todas partes vean no sólo a Real Madrid y Barcelona, sino a Atlético, Sevilla, Valencia, Granada, Deportivo y el resto de equipos. Cada uno tiene cosas muy atractivas que vende fuera", añadió Sanz. Difícil con el actual reparto de dinero.