Después de tres semanas de vacaciones, la Fórmula 1 aterriza en el circuito de Spa-Francorchamps, donde este fin de semana se disputará el Gran Premio de Bélgica, carrera en la que volverá a poner a prueba el dominio casi inquebrantable de los Mercedes.

El trazado belga es uno de los más veteranos del campeonato. En él se han celebrado 46 grandes premios. Sólo lo superan Monza, Mónaco y Silverstone.

Todos los equipos aspiran a lo mismo: batir a Mercedes, que se ha impuesto en nueve de las 11 carreras disputadas en 2014. Canadá y Hungría fueron las únicas excepciones, siendo Daniel Ricciardo (Red Bull) el protagonista de ambas al lograr la victoria.

Cinco triunfos lleva Lewis Hamilton, que tuvo su particular racha dorada entre marzo y mayo, cuando se anotó cuatro victorias seguidas. Pero el líder del Mundial sigue siendo su compañero de equipo, Nico Rosberg, que con cuatro victorias -una menos que el británico- y seis poles ha hecho de la regularidad su máxima, aunque su ventaja es exigua: 11 puntos.

Tras los Mercedes, sólo Ricciardo ha sido capaz de imponerse en carrera, aunque los Williams también se han acercado a las prestaciones de los bólidos alemanes. Es más, Valtteri Bottas se coló en tres de los últimos cuatro podios: segundo en Alemania y Reino Unido, y tercero en Austria.

Por su parte, Fernando Alonso (Ferrari) protagonizó en Hungría una gran carrera que le permitió conseguir el mejor puesto de la temporada -segundo, por delante de Hamilton y Rosberg- y el segundo podio del curso tras el tercer puesto de China. Sin embargo, sus posibilidades parecen escasas en comparación con Mercedes, Williams o Red Bull.

Su compañero Kimi Raikkonen es el piloto en activo con más victorias en Spa, cuatro (dos con McLaren y dos con Ferrari). Lo sigue Sebastian Vettel con dos.