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Beni Alloza se marcha a entrenar al ring del cielo

  • El entrenador onubense será enterrado hoy a las 11 de la mañana

No pudo ser. Después de varios años luchando por el que ha sido el combate más importante de todos, el de su vida, Bienvenido Alloza Rosa falleció en la madrugada del viernes a causa de una dura enfermedad, a la que no fue capaz de ganarle la partida.

Beni Alloza, como todos lo conocían, nació en Huelva en 1956. Con apenas 13 ó 14 años comenzó su relación con el mundo del boxeo y. aunque disputó algunos combates como boxeador, su don se encontraba fuera del ring, como entrenador, sin duda uno de los mejores que ha dado este país en los últimos tiempos.

Beni siempre fue un soñador y había un sueño que ocupaba un lugar preferente en su cabeza: Participar en unas olimpiadas. El destino, ese que lo requirió en el ring del cielo hace tan sólo dos días, también le regaló una alegría en 2008. Kelvin de la Nieve, uno de sus pupilos y gran amigo del entrenador conseguía el pasaporte para disputar las olimpiadas en Pekín, convirtiendo así el sueño en realidad. Además, por si no fuera poco, se repetiría el logro y el boxeador dominicano, aunque nacionalizado y de corazón español, volvería a ser olímpico cuatro años después en Londres 2012. Al margen de esto, considerado por el propio Beni como el mayor éxito de su carrera deportiva, la leyenda del boxeo onubense también supo crear escuela en su casa. Su hijo, Beni Alloza júniorfue cuatro veces campeón de España, así como formó parte del equipo nacional en numerosas ocasiones. Él, junto a su hermano Paco, tratarán de mantener vivo el espíritu del boxeo, por el que tanto hizo su padre durante años.

Beni confiaba y apostaba por el juego limpio y los valores en el deporte. Siempre abogó por el boxeoamateur, que transmitió a sus pupilos desde muy pequeños. Además, era partidario de la formación de la persona por encima de todo. Es más, Kelvin de la Nieve, al que le unía una fuerte relación personal por encima de lo profesional, no duda en afirmar que "le debo todo lo que soy como persona". Pues todos los que pudieron compartir entrenamientos con el coinciden en que su entrega y dedicación al boxeo y a sus boxeadores era total y absoluto. "En la vida real muchas veces uno no sabe por donde viene la gente. En el ring cada uno se presenta cómo es, ahí no hay secretos", solía decir del deporte que amaba.

Colchonero y recreativista, admiraba al Cholo y amaba el tenis, deporte que llegó a practicar a nivel profesional.

Este diario, la Fundación de boxeo de Huelva, presidida por Francisco Jiménez Urreta y todo el mundo del deporte llora hoy la pérdida de un grande del boxeo, que no pudo superar el duro gancho que le asestó la vida.

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